Los mecanismos fonadores son puestos en marcha por una parte del cerebro que activa músculos que mueven el aire y se convierten en palabras, las cuales llevan mensajes. Algunos personajes televisivos son picos de oro que técnicamente funcionan con los mismos principios de la física, pero que parten no solamente de la elaboración del pensamiento sino de la repetición, al modo de los loros, de consignas. Entre los pensadores y los loros, están los chaqueteros, los que acomodan sus pensamientos a la coyuntura, o los que frivolizan de una manera extenuante desde una ridícula postura de portavoces de la ausencia de principios. Entonces aflautan la boca, porque son picos con un agujero solo por el que entra el dinero y salen las melodías y los estribillos oportunistas.

Imanol Arias declara de manera solemne que «el PSOE ha repartido el dinero de TVE a sus amigos». Y remata la faena con un salto mortal con redes y contratos, «con el PP, TVE tenía de todo, mejores series, motos, fórmula 1, todo....». Si pudiéramos considerar que tiene alguna facultad para el cinismo hasta lo podríamos aplaudir, pero como es un señor tratado por el ente público estatal de una manera tan privilegiada que roza la corrupción, estas declaraciones no son nada más que una traición. Podríamos rebajar el calificativo a un desagradecimiento canalla. Lo que queda más que evidente es que se trata de una manera vergonzosa de recordar a los que parece van a llegar, que cuenten con él, que es uno de los suyos. Recuérdese que además de «Cuéntame», una serie vitalicia comenzada eso sí, con el PP y su manifiesta tendencia a justificar el franquismo, tiene ahora una programa de comilonas, viajes y estropicios varios junto a su colega Echanove en la primera estatal. Y se queja.

El otro pico aflautado es el que tiene dos sueldos, uno que le paga Florentino Pérez y otro La Sexta de la que es director, Antonio García Ferreras, que refiriéndose al sello manipulado de ETA, lo considera «una licencia editorial y poética que solamente se puede permitir una televisión privada»». Este señor parece entrenarse para ser el mejor tonto útil. Eso sí, del mejor postor.