Los autoridades políticas de la Unión Europea no detendrán de momento los parques eólicos previstos en la Cruz de Alda, Montes de Iturrieta y Arkamo, todos ellos en Araba. Dicha decisión fue justificada alegando que, en la actualidad, el procedimiento de autorización de los citados parques continúa «inconcluso».

La petición de paralizarlos fue planteada por Koldo Ortiz de Guinea, presidente de la plataforma ecologista Mendiak Aske, que ayer acudió a la Comisión de Peticiones de la UE con el objetivo de poner fin a la «industrialización eólica» de los montes vascos.

En lo que respecta a las tres infraestructuras previstas en Araba, Ortiz de Guinea recordó ante los parlamentarios que los técnicos que se han pronunciado sobre los citados parques han evidenciado que «los impactos de éstos sobre la Red Natura 2000 son críticos e inasumibles». «Los informes son muestra de la gravedad del problema», añadió.

Por su parte, en declaraciones a GARA, fuentes del Parlamento Europeo explicaron que desde el año 2009 el Gobierno de Lakua, organismo responsable de la construcción de los parques eólicos, no ha realizado las pertinentes evaluaciones de impacto ambiental. Un requisito impuesto por Bruselas como paso previo a la construcción de las equipaciones eléctricas.

Además, la presidenta de la Comisión de Peticiones, la eurodiputada italiana Erminia Mazzoni, denunció que es «inaceptable» que hayan pasado ya dos años sin obtener una respuesta por parte del Ejecutivo de Gasteiz, que envió las últimas notificaciones en torno al desarrollo de los parques en el año 2009.

Ante esta situación, los parlamentarios europeo presentes en la Comisión de Peticiones decidieron mantener abierta la misma a la espera de nuevos datos, que deberán ser aportados por el portavoz de Mendiak Aske, para poder tomar una decisión al respecto.

Al mismo tiempo, los responsables de la Eurocámara anunciaron que en las próximas fechas enviarán una carta a las autoridades competentes del desarrollo de los parques eólicos con el objeto de que aporten la información requerida por la Comisión. Hasta que dicha aportación no se produzca, los responsables europeos continuarán a la espera.