Osalan y el Departamento de Empleo del Gobierno de Lakua recuerdan a menudo que disponen de un listado de 5.719 trabajadores que estuvieron expuestos al amianto y que, por tanto, son susceptibles de contraer algún tipo de cáncer. Se supone que deberían de disponer de una vigilancia específica de su salud, pero los hechos demuestran que no es así. José Luis Landeta, junto a otros trabajadores de Guardian Llodio, denunció hace un año con el apoyo de LAB esa falta de control de la salud de los trabajadores y los ex trabajadores, quienes se han jubilado o prejubilado.

La realidad ha confirmado estas expectativas. Landeta tuvo que acudir a un médico privado para que le detectaran el amianto en sus pulmones, porque en los pocos controles post-ocupacionales «me decían que estaba como un reloj, cuando no podía respirar». Ha tenido que acudir a los tribunales a conseguir la declaración de enfermedad profesional que la Seguridad Social le niega, incluso tardó meses en conseguir que una médico de Osakidetza le confirmara la «sospecha de enfermedad derivada del amianto».

El juicio iba a celebrarse hoy, pero se ha suspendido. El próximo 17 de octubre será el turno de Luis Miguel Castañiza, un caso similar al de José Luis Landeta. Trabajaron en una empresa que utilizó amianto y donde han fallecido, que se sepa, dos trabajadores por mesoteliomas.

¿Cuándo entró a trabajar a la antigua Villosa?

En 1970. Estuve 28 años. En ese tiempo trabajé en un montón de sitios, porque rotaba. Siempre en contacto con el amianto, que se encontraba por toda la fábrica. Cortábamos las planchas de amianto con las navajas que utilizábamos para almorzar. Hace años me apareció un tumor en la garganta y me operaron, y más tarde la asbestosis.

¿Cuándo supo de la asbestosis?

Lo sé porque a mi me gusta ir mucho a por setas, íbamos en cuadrilla y comencé a sufrir una fatiga enorme en pequeños desniveles hace unos cuatro años. Al final, me quedaba en las zonas más llanas. Realmente me di cuenta de la enfermedad cuando nos obligaron a cambiar el ascensor en casa. Vivo en el cuarto piso, subir era toda una batalla, me ahogaba. Fui a un médico particular y fue quien me detectó la asbestosis pulmonar hace un año.

¿A usted no le hacían revisiones como dice Osalan y la multinacional vidriera?

Me han hecho revisiones en la mutua y en la Seguridad Social. Soplaba y soplaba y... a casa. Nos sacaban sangre y una placa de rayos X. Nos decían que si teníamos algo, nos avisarían. Nadie lo hizo, a pesar de que tengo que estar todo el día pegado a un inhalador y a otros medicamentos para no ahogarme.

Y en la empresa, ¿le dijeron del peligro que entraña el amianto para la salud?

Nadie nos dijo nada. No sabíamos nadie. Ellos sí sabrían porque nos mandaban a hacer revisiones, pero a nosotros no nos decían nada. Hay mucha gente de Guardian Llodio que les he visto afectados, que no respiran bien, seguro que si les revisan bien les detectan como a mí. De amianto no sabíamos nada, pero en toda la fábrica había placas grandes; y en los hornos, los tubos estaban forrados de amianto. Los rodillos donde pasa el vidrio eran de amianto. En mi caso, igual que el de Luis Miguel Castañiza que tiene el juicio el 17 de octubre, fuimos nosotros los que al encontrarnos mal de salud acudimos al médico privado y nos detectaron esa enfermedad. Es terrible.

Si es asbestosis, ¿por qué no le conceden la declaración de enfermedad profesional?

Dos veces me la han negado, Tengo una incapacidad por otro motivo, pero el INSS me ha dijo que no hay motivo para revisar la incapacidad permanente porque ni estoy de baja por incapacidad temporal ni se teme que se agrave. Con el apoyo de LAB, solicitamos que se declare enfermedad profesional, como está recogido en la legislación, pero no respondieron hasta marzo de 2011 denegando esa posibilidad, después de que en octubre de 2010 Osalan comunicara la sospecha de enfermedad profesional y llevando pruebas.

¿Por qué no salen más casos en Guardian Llodio?

La gente tiene mucho miedo a denunciar. La presión de la empresa es enorme. Es así. Lo que tengo claro es que tienen que haber muchos casos, porque en Villosa (actual Guardian Llodio) se trabajaba con amianto. Lo que ocurre es que en esa empresa entran muchos hijos de trabajadores y no se quiere líos.