Alberto Cristóbal, el máximo responsable del área del Metal en LAB, acudió ayer a Iruñea para respaldar la postura que defienden los representantes del sindicato en la fábrica de Sunsundegui, pese a las presiones internas y a que la situación de la empresa es agónica. Los plazos marcados por el Gobierno navarro, que tiene intervenida la planta de Sunsundegui, se agotan. El acuerdo debe estar firmado para el día 23 de octubre y, LAB, en minoría, es el único sindicato que no ha estampado su firma. Ayer volvió a negarse, pero no en redondo. Cristóbal dejó claro que, sin un compromiso de futuro por parte de las instituciones, todo seguirá bloqueado, pero que, en cuanto se dé, negociarán. El motivo que alegan es que no se puede renunciar a los derechos laborales, aceptar 40 despidos y una rebaja salarial, para acabar en unos meses todos en la calle.

LAB dijo ser muy consciente de que la situación de la empresa es crítica. Señaló que, a pesar de que en las últimas semanas se han enterado de que podrían llegar nuevos proyectos a la planta, lo que se extrae de las cuentas es que hay un agujero de 18 millones de euros, y que sigue creciendo. Por tanto, considera que sin un compromiso firme, Sunsundegui irá a pique y no está dispuesto a allanar el camino al despido total de toda la plantilla. En este sentido, recordó las palabras de la nueva consejera del ramo, Lourdes Goicoechea, que alertó la semana pasada que el acuerdo social no es suficiente para garantizar que la empresa siga abierta.

Sunsundegui se ha convertido en una pieza clave dentro de la golpeada comarca de Sakana, que en unos años ha visto dispararse la cifra de parados hasta las 1.540 personas. Actualmente, Sunsundegui, que se dedica a la fabricación de autobuses, sostiene unos 500 empleos (270 directos más subcontratas). Si cae la empresa, la situación se volverá límite en Altsasu.

Según LAB, el Gobierno es corresponsable de la situación actual, insostenible en las cuentas, pero también en un plano interno, debido a los modos del gerente que ha sido designado por Sodena, José Ignacio Murillo. El gerente ha amenazado a los trabajadores (aduciendo problemas de liquidez) con no pagar la paga de setiembre si no se firma el nuevo acuerdo.

Frente a estas exigencias, LAB emplaza a ELA y UGT a que sean consecuentes con lo que declararon cuando aceptaron firmar el preacuerdo, el pasado día 21 de julio. Entonces, ambos sindicatos condicionaron su apoyo a que se anunciase un nuevo plan de viabilidad para la empresa. Cristóbal, por su parte, reiteró que su posición no es cerrada y que están dispuestos a dialogar en busca de una solución. «Siempre hemos manifestado nuestra voluntad a alcanzar acuerdos», pero fijando que lo primero es el compromiso real de que el Gobierno no dejará caer la empresa. «La pelota está en el tejado del Gobierno», recordó.

Movilizaciones y denuncia

El sindicato abertzale anunció dos protestas para los próximos días. La primera de ella será de trabajadores de Sunsundegi, el próximo viernes, en Iruñea. La segunda, prevista para el día 14, a las 19.30 de la tarde, buscará la solidaridad de los vecinos de Sakana con una manifestación por Altsasu.

Por otra parte, el delegado de LAB en Sunsundegi denunció que, durante las fiestas de Altsasu, se contrató a una tercera empresa para sacar el trabajo de la planta. Y que, ahora, los trabajadores de plantilla están prácticamente parados. Sólo sale un autobús diario. El dueño de la subcontrata es pariente de un responsable de la empresa, explicaron.