Afganistán e India, dos países que comparten la misma desconfianza hacia Pakistán, firmaron ayer una «asociación estratégica», en un momento en que Kabul redefine su relación con los países de la región en plena debacle de la ocupación y en medio de una polémica con Islamabad por el supuesto apoyo de Pakistán a grupos insurgentes para influir en Afganistán.

El acuerdo, firmado por el presidente afgano, Hamid Karzai, y el primer ministro indio, Manmohan Singh, y cuyo objetivo es profundizar las relaciones bilaterales en materia económica y de seguridad, es el primero de su tipo firmado por Afganistán, en un contexto de tensas relaciones con Pakistán.

«India está junto al pueblo afgano que se prepara para asumir la responsabilidad de su gobierno y su seguridad tras la retirada de las fuerzas internacionales en 2014», señaló Singh en una rueda de prensa conjunta en la capital india.

Karzai, que comenzó ayer una visita de dos días a India, apostó por seguir luchando contra el «terrorismo». «El Sur de Asia afronta el peligro del extremismo y el terrorismo usados como un instrumento político contra civiles inocentes», afirmó Karzai en referencia a Pakistán, y subrayó que «Afganistán aspira a vivir libre de extremismo y a entenderse con sus vecinos».

India es uno de los principales donantes de Afganistán, al que se ha comprometido a destinar unos 1.500 millones de euros para distintos proyectos, y Singh prometió la participación activa de su país en las próximas conferencias internacionales de Estambul y Bonn para dar un impulso al proceso de reconciliación en Afganistán, que ha quedado muy golpeado con la reciente muerte en atentado del ex presidente Burhanudin Rabbani, encargado de pilotar las negociaciones con los talibanes y con cuya ejecución Kabul relaciona a Pakistán.

Las autoridades afganas dicen tener pruebas de que el atentado contra Rabbani fue planeado en territorio paquistaní, y el propio Karzai pidió el lunes al Gobierno de Islamabad que abandone «el doble juego» de apoyar a los talibanes para influir en Afganistán.

EEUU también ha puesto en la picota el aparato de seguridad paquistaní por su supuesto apoyo a la red Haqqani, una de los organizaciones más activas en el entramado insurgente afgano.

El Gobierno paquistaní, que ve con recelo la estrecha relación entre Afganistán e India, recordó estas críticas, aunque dejó claro que cualquier solución negociada de la paz en Afganistán deberá practicarse con su aprobación.

Karzai abandonará hoy el gigante asiático tras participar en una conferencia auspiciada por la Observer Research Foundation. Según Saeed Navqui, experto de este grupo de reflexión, «la visita de Karzai llega en un momento crucial para apoyar la implicación de India en Afganistán». «Karzai está en India para conferirle el estatus de `aliado fiable'. India va a obtener el derecho a jugar un papel más pronunciado (en Afganistán) después de la visita de Karzai», sostuvo.