Crédit Agricole aparca la alianza con Ipar Kutxa por la situación de los mercados
El proceso de integración entre Ipar Kutxa y Bankoa-Crédit Agricole ha quedado paralizado por decisión del grupo francés, que considera que la situación de los mercados financieros, «agravada en las últimas semanas», no es la más propicia para la operación.
Joseba SALBADOR | DONOSTIA
Según un comunicado remitido a la Comisión Nacional del Mercado de Valores, Crédit Agricole Pyrénées Gascogne, accionista mayoritario de Bankoa, da por terminado el proyecto de alianza entre Ipar Kutxa y Crédit Agricole, y la consecuente integración de los negocios bancarios de Ipar Kutxa y Bankoa, al estimar que «las condiciones actuales no son las más propicias para su materialización», pues para ello es preciso «contar con una mejor visibilidad del contexto financiero internacional».
Ipar Kutxa entiende que esta decisión se enmarca en el plan anunciado en prensa por Crédit Agricole de reducción de deuda en 50.000 millones de euros hasta finales del 2012 y el consiguiente «parón progresivo de ciertas actividades» como las de banca comercial y de mercados, y el cierre de implantaciones internacionales no estratégicas.
Ipar Kutxa, que asegura respetar la postura de Crédit Agricole, cree no obstante que la alianza, en los términos pactados, constituía «un proyecto estratégico de futuro beneficioso para ambas partes y, por tanto, no debería haberse visto condicionado ni influido por factores ajenos a la naturaleza del propio pacto».
Un nuevo proyecto
En cualquier caso, las tres entidades expresan su disposición a poder replantear un nuevo proyecto «tan pronto como las circunstancias lo permitan». A partir de este momento, Ipar Kutxa afirma encontrarse «totalmente liberada de los compromisos adquiridos y con total libertad para adoptar las decisiones futuras que considere más beneficiosas para la entidad».
Según manifestó el Consejo Rector de la entidad vizcaina en un comunicado, «la buena situación de solvencia y liquidez de la cooperativa nos permiten avanzar en aquellas alianzas de las que estemos completamente convencidos del beneficio que supongan para la entidad y, todo ello, con el claro objetivo de generar valor para nuestros socios y clientes».
Para la consecución de tal fin, añade, seguirá considerando «las oportunidades que se nos planteen, al tiempo que continuaremos desarrollando y potenciando nuestro negocio bancario».
La entidad resultante de la alianza ahora paralizada entre Ipar Kutxa y Bankoa aspiraba a ser un banco bajo la fórmula jurídica de sociedad anónima que comenzaría a funcionar a partir del 1 de enero de 2012 con unos activos totales de 5.300 millones de euros, un volumen de negocio cercano a los 8.000 y unos fondos propios de 400 millones.
Ipar Kutxa sostiene que la alianza constituía «un proyecto estratégico de futuro beneficioso para ambas partes y, por tanto, no debería haberse visto condicionado ni influido por factores ajenos a la naturaleza del propio pacto».
La cooperativa vizcaina afirma encontrarse ahora «totalmente liberada de los compromisos adquiridos y con total libertad para adoptar las decisiones futuras que considere más beneficiosas para la entidad».