Montse Velasco, Olga Burgos y Soco Encaje | En representación de las trabajadoras y trabajadores de Andraize
Andraize, luchando por mantener los servicios
Recordamos a la Administración que la salud también es un beneficio económico porque implica no gastos por enfermedad, y además una población que vive más feliz
En 1978, Nafarroa era 33 años más joven. La participación ciudadana era una realidad. De esa participación ciudadana surgió un proyecto, una idea, la de crear un Centro de Planificación Familiar y Educación Sexual, Andraize; un ejemplo de cómo cuando la población se mueve y se une, puede conseguir lo que se propone.
En estos 33 años de andadura, Andraize, ha significado una progresiva lucha por la salud sexual y reproductiva, siempre desde una sanidad pública y de calidad, y con el apoyo de la población a la cual estamos muy agradecidos. Se han desarrollado numerosos programas de salud, siendo referentes muchos de estos programas en toda Nafarroa.
Desde Andraize, las trabajadoras y trabajadores del centro vemos como en estos últimos diez años, debido a un aumento de la población, nuestro trabajo se va deteriorando por la excesiva presión asistencial, incremento de las listas de espera y algunas intervenciones de salud comunitaria que no se han podido realizar por falta de recursos humanos .
En 2003 ya se pidieron, respaldados por las firmas de 8.127 usuarias y usuarios, más recursos y personal y la creación de un centro de atención específico para jóvenes, y la respuesta a aquello fue la promesa de otro centro de atención a la mujer (CAM) que respondiera a las necesidades del creciente aumento de la población.
Cuál fue nuestra sorpresa en este año 2011 cuando se materializaba aquella promesa de 2003 en el nuevo CAM Buztintxuri y a Andraize no se le dotaba de más recursos humanos. Debíamos asumir también con los mismos trabajadores y trabajadoras ser la plantilla del CAM Buztintxuri, por lo que hubo que desdoblar la plantilla de Anadraize y realizar algunos días consulta en dicho centro. La zona de Buztintxuri queda con suficientes recursos materiales que eran necesarios (edificio, mobiliario, y material sanitario), pero ninguna dotación de personal, quedando el CAM Buztintxuri infrautilizado y sin resolver ningún problema: se siguen manteniendo las mismas listas de espera y persiste una mayor presión asistencial.
Pero aquí no acaba todo. Este año debido a la crisis económica se ha eliminado una plaza de educadora, tras su jubilación, que se llevaba ocupando durante estos 33 años de grupos de preparación maternal (24 grupos por año), atendiendo al año a 350 embarazadas y a sus parejas. La no sustitución conlleva a que 40-50 embarazadas se quedan sin preparación maternal. Desde Andraize se ha pedido una matrona, que hoy en día es la profesional que realiza ese trabajo, y se la ha denegado el Servicio Navarro de Salud, por lo que con gran esfuerzo de las demás matronas y usuarias y usuarios se ha distribuido a parte de las embarazadas y sus parejas en los demás grupos de preparación maternal, bajando la calidad de la atención y resultando excesiva la sobrecarga por el escaso espacio destinado a actividades educativas.
Esta situación es la que tienen nuestros centros y toda la población que disfruta de sus servicios. Sabemos la realidad dura que está viviendo la población, con despidos, ERE, desahucios... y desmantelamiento de lo público, como sistema de protección.
En estos tiempos de crisis, desde Andraize exigimos una justa distribución de los recursos públicos y que se siga apostando por una sanidad, servicios sociales y educación pública de calidad. Por nuestra parte seguiremos luchando por mantener todos nuestros servicios y reclamamos:
Sustitución inmediata de la persona que se ha jubilado por una matrona que realice los cursos de preparación maternal que se realizaban y demás funciones asistenciales.
Que no desaparezcan más plazas.
Que se realicen las sustituciones necesarias.
Que se dote de más de recursos al CAM Buztintxuri y a Andraize.
Recordamos a la Administración que la salud también es un beneficio económico, porque implica no gastos por enfermedad, y además una población que vive más feliz.
Usuarias y usuarios, luchen por su salud, no se resignen. Defendamos una sanidad pública que nos ha costado muchos años construir y mejorar y que no podemos dejar que se deteriore de esta manera.