Siria advierte con «medidas severas» a quienes reconozcan al opositor CNS
Siria elevó ayer el tono ante la presión internacional a la que está siendo sometido y advirtió de que tomará «medidas severas» contra todos aquellos que reconozcan al opositor Consejo Nacional Sirio (CNS), al que calificó de «ilegítimo». El régimen de Bashar al-Assad recibió el «apoyo integral» de ALBA, que aseguró que no se quedará «de brazos cruzados» en su apoyo al pueblo sirio en todos los foros internacionales.
GARA |
El régimen sirio advirtió ayer de que tomará medidas en contra de todos los países que reconozcan al CSN, organismo que agrupa a la mayoría de los movimientos opuestos al presidente Bashar al-Assad y que aspira a convertirse en el representante de la revuelta popular siria dentro y fuera de sus fronteras.
«Vamos a tomar medidas importantes en contra de todo país que reconozca a este ilegítimo Consejo», afirmó el ministro de Exteriores, Walid Mualem, en una conferencia de prensa ofrecida junto a una delegación de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA), que se desplazó hasta allí para expresar su apoyo a las autoridades y al pueblo de Siria.
El 2 de octubre, la oposición siria anunció en Estambul (Turquía) la creación del CNS, que agrupa por primera vez a todas las tendencias políticas, desde los Comités Locales de Coordinación, que organizan las protestas en el terreno, a los liberales, a los Hermanos Musulma- nes, organización prohibida desde hace años en Siria, así como a partidos kurdos y asirios.
A pesar de sus declaraciones, Mualem señaló que «la oposición está invitada a ser un socio en el diálogo para construir Siria. Estamos -agregó- con el diálogo nacional global y la participación de la oposición en el camino hacia la reforma».
Por su parte, el presidente Al-Assad, que se enfrenta a una ola de protestas populares sin precedentes desde mediados de marzo, aseguró a la delegación del ALBA que las prioridades de su Gobierno son las reformas políticas y la erradicación de las «bandas armadas» responsables, a su juicio, de la violencia que busca desestabilizar el país. El mandatario aseguró que a pesar de la violencia causada «el proceso de reformas continúa».
El mandatario acusó a las potencias occidentales «de interesarse poco en las reformas y querer hacerle pagar a Siria el precio de su posición contra los planes urdidos en el exterior».
«Financian y arman»
Mualen, por su parte, afirmó que «en Occidente hablan de una revolución pacífica y no reconocen la existencia de estos grupos (armados), a los que financian y arman». Grupos a los que responsabilizó de la muerte de líder opositor kurdo Meshaal Tammo el viernes en Qashmili y que, según dijo, fue ejecutado por su posición «en contra de la corriente que pide una intervención extranjera y con el objetivo de crear un conflicto en el este, que ha sido modelo de coexistencia durante la crisis».
El ministro sirio compareció con los cancilleres venezolano y cubano, Nicolás Maduro y Bruno Rodríguez, respectivamente; el ministro boliviano de Comunicación, Iván Canelas; el subsecretario ecuatoriano de Exteriores, Pablo Villagómez, y la representante de Nicaragua ante la ONU, María Rubiales.
La delegación latinoamericana sostuvo que el ALBA no se que quedará «de brazos cruzados» en su «apoyo integral» al pueblo sirio y denunció «la guerra mediática y sicológica» contra Siria y «la manipulación y la mentira de los medios de comunicación que pretenden imponer en Siria una situación de guerra civil y de violencia generalizada». Aseguró, además, que va a apoyar a Siria «en todos los organismos internacionales, empezando por la ONU, que no puede ser un instrumento de guerra para los países imperialistas o el sionismo», y defendió su dignidad y su autodeterminación sin injerencias.
La delegación del ALBA expresó su rechazo a «la agresión y el intervencionismo de las potencias occidentales en los asuntos internos que sólo deben ser de manejo del pueblo sirio», al que apoyan en su iniciativa de impulsar el diálogo nacional para buscar «soluciones sirias» a la crisis política.
Los combatientes del CNT libio anunciaron ayer importantes avances en Sirte, donde dijeron haber tomado el control de la Universidad y del centro de conferencias de Ouagadougou después de intensos combates, y en Bani Walid, cuyo aeropuerto afirmaron tener también bajo control. Las tropas leales a Muamar Gadafi controlan todavía el centro de Sirte, donde siguen los enfrentamientos, así como el oasis de Bani Walid, dos de los últimos bastiones gadafistas.
«Los combates son muy duros, muy intensos, nunca han sido tan duros», dijo un combatiente junto al centro de Ouagadougou. Por la tarde, el lugar estaba totalmente controlado por los rebeldes, según AFP. Construido al sur de Sirte para albergar las cumbres panafricanas y convertido en un búnker gadafista, el edificio ultramoderno era un objetivo clave de las tropas del CNT desde el inicio de su ofensiva en Sirte el 15 de setiembre. Horas antes, habían tomado el control de la Universidad de Sirte, otro bastión gadafista devastado por los combates a unos pocos cientos de metros al sureste del centro Ouagadougou. «Vamos a liberar la zona de los perros de Gadafi», aseguró Nasser Zamoud, comandante rebelde, mientras cientos de combatientes recorrían el campus y las decenas de edificios en construcción de la «nueva universidad», que los francotiradores gadafistas habían hecho suyo.
«Las últimas batallas son siempre las más terribles», afirmó el sábado Mustafa Abdel Jalil, presidente del CNT, que pretende declarar la «liberación» del país cuando caiga Sirte. GARA
Al menos tres soldados egipcios murieron ayer y más de treinta personas resultaron heridas a causa de los disparos efectuados durante choques durante una protesta de cristianos coptos que protestaban por la violencia confesional contra su comunidad en el centro de El Cairo.