G. SEGOVIANA 0

ALAVÉS 1

Un gol de Sendoa, no podía ser otro, permitió al Alavés quitarse un considerable peso de encima. Tres jornadas acumulaba el equipo gasteiztarra sin poder celebrar la victoria. Lo hizo ayer con un triunfo que, aunque deslucido, fue suficiente para calmar momentáneamente unas aguas que bajaban tan revueltas como para pensar que el cargo de Luis de la Fuente también se ponía en juego en La Albuera.

Otra cosa es la imagen que ofreció el equipo albiazul, que volvió a distar de la que se espera en un candidato al ascenso. Sobre todo teniendo en cuenta que ayer se enfrentaba a uno de los equipos más débiles de la categoría -con la de ayer, la Segoviana enlaza seis derrotas consecutivas-. Aunque tampoco hay que olvidar que, entre lesiones y sanciones, el equipo viajó a Segovia en cuadro. Ni que volvió a acabar el encuentro inferioridad, después de que Óscar Rubio viera la roja a poco menos de media hora para el final.

Hasta entonces poco mencionable había sucedido, salvo el gol. Por parte alavesista porque tras un disparo inicial de Sendoa que obligó a lucirse a Durán, dominio y ocasiones fueron locales a lo largo de todo el primer tiempo. Como para llegar a hablar de asedio a la portería de Rangel, que vio cómo Maikel, Mariano, Ricardo o Font en un par de ocasiones le ponían a prueba. Pero sin puntería no hay gol y ésa, ayer, volvió a acompañar a Sendoa. A cuatro minutos del descanso, el vizcaino ejecutó un lanzamiento de falta directo que pilló por sorpresa al arquero local.

Con uno menos

En la reanudación, el Alavés cerró filas en torno a la línea defensiva para tratar de mantener un marcador que se había puesto de cara con sólo dos disparos a puerta en toda la primera parte. El equipo castellano, por su parte, se esforzaba en combinar en el centro del campo, pero se veía frenado por las continuas faltas de los gasteiztarras. Fruto de una de ellas llegó la expulsión de Óscar Rubio.

Pero pese a jugar en inferioridad y a que el dominio corría del lado local, Sendoa estuvo muy cerquita de anotar el segundo. Un destello aislado, porque el Alavés renunció prácticamente por completo al ataque.

No sucedía así con su anfitrión, al que no le quedaba otro remedio que seguir intentándolo, aunque tenía muchas dificultades para reflejar la posesión en oportunidades. Pese a lo cual, a Rangel le tocó lucirse. Por ejemplo, para detener un complicado disparo de Víctor Pérez desde la frontal. O, sobre todo, en una de las jugadas claves del encuentro, el centro de Cajoto desde la izquierda que Indiano cortó con la mano dentro del área, cuando apenas restaban dos minutos para el final del encuentro. Mariano se encargó de lanzarlo y Rangel de detenerlo, asegurando el balón de oxígeno que tanto necesitaban equipo y entrenador albiazules.

Y del que apenas tendrán tiempo para disfrutar porque el miércoles les espera la visita copera al Carlos Belmonte.

Triunfo del River

Del resto de la jornada cabe destacar el triunfo del Sestao River, tras cinco semanas sin conseguirlo, en su derbi frente a Osasuna (3-1). Oscar Martín, Jokin y Josu marcaron por parte del equipo verdinegro, que sale del descenso, y Manuel hizo el de la honrilla para el Promesas.

Además, el Sanse empató en Palencia (0-0) y el Lemona, que hasta ayer se había mostrado intratable en Arlonagusia, se llevó el batacazo del día al caer goleado ante la Ponferradina (0-4).

Rangel

Espléndida actuación del guardameta, que salvó a su equipo de la derrota. Detuvo todas las ocasiones de la Gimnástica, incluyendo un penalti a dos minutos del final.