crisis de la eurozona
Merkel y Sarkozy anuncian «la solución» a la crisis del euro
Nicolas Sarkozy y Angela Merkel prometieron ayer que antes de fin de mes lanzarán una «solución duradera» para la crisis de la eurozona basada en recetas «rápidas». Aunque no entraron en detalle, abogaron por conceder nuevas ayudas a los bancos y reformar los tratados comunitarios.
Imanol INTZIARTE | DONOSTIA
El presidente francés, Nicolas Sarkozy, y la canciller alemana, Angela Merkel, protagonizaron ayer en Berlín una nueva cumbre bilateral de las dos economías más relevantes de la eurozona, en la que aseguraron estar diseñando un «paquete completo» de medidas que supondrán una «solución duradera» para la crisis financiera.
Lo cierto es que ambos mandatarios no fueron excesivamente explícitos en cuanto a los contenidos de sus proposiciones, quedándose en meras declaraciones de voluntades. Habrá que esperar hasta final de mes, fecha en la que ya habrán pulido su plan junto al resto de socios de la Unión Europea.
En este sentido, hoy se cumple una semana desde que Joaquín Almunia, vicepresidente de la Comisión Europea, criticase la actitud de ambos estados por exhibir «una tentación continua de restringir el ámbito de decisión común y preferir reuniones paralelas donde supuestamente deciden cosas que luego además ni siquiera deciden».
Sea como fuere, Merkel y Sarkozy anunciaron como primer plato que propondrán «significativas» reformas de los tratados comunitarios. La canciller alemana apostilló que el objetivo sería «una cooperación más estrecha entre los países de la zona euro».
Cabe recordar al respecto que el pasado agosto ya dieron pasos en ese sentido cuando anunciaron que armonizarían sus respectivos impuestos de sociedades y reclamaron una tasa que gravara las transacciones financieras y la inclusión del límite del déficit en las constituciones.
Si bien algún estado, como el español, se apresuró a cumplir con esta última petición, lo cierto es que las propuestas hallaron fuertes resistencias en otros integrantes del club de la moneda única, recelosos de desprenderse de más soberanía en materia fiscal.
Recapitalización bancaria
Los máximos representantes de Alemania y el Estado francés también mostraron su sintonía en la necesidad de inyectar capital a la banca europea, a fin de que resista una quita de la deuda griega que cada día se antoja más inevitable. El debate radica en cómo hacerlo.
Nicolas Sarkozy apuesta por una respuesta conjunta, empleando para ello el Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF). Angela Merkel aboga, por su parte, porque los bancos acudan primero a los mercados o a sus respectivos gobiernos, quedando el FEEF como última opción.
Por lo demás, parece que el consenso sobre que habrá que ayudar a la banca, de una u otra manera, es absoluto. Muestra de ello es la disposición del Banco Central Europeo a abrir el grifo del dinero para que las entidades financieras tengan sus bodegas repletas cuando llegue la tormenta y tengan que descontar de sus balances buena parte de lo que en su día prestaron al Gobierno heleno.
«Estamos decididos a defender y apoyar a la banca porque es fundamental para dar una salida sólida y duradera a la crisis de la deuda», dijo Merkel. «No hay prosperidad económica sin bancos estables y fiables», añadió Sarkozy.
Según el Fondo Monetario Internacional (FMI), la necesidad de recapitalización de la banca europea se sitúa entre los 100.000 y 200.000 millones de euros.
Cumbres de la UE y el G-20
En teoría, el plan franco-alemán pasa por llevar primero su proyecto a la cumbre de líderes de la Unión Europea que se celebrará los días 17 y 18 de octubre en Bruselas. De ahí saldría una propuesta conjunta para la reunión del G-20 que tendrá lugar en Cannes el 3 y 4 de noviembre. Merkel ya ha adelantado que planteará a los países más industrializados y emergentes del mundo la imposición de una tasa global para las transacciones financieras.
Entre esas dos fechas, el 24 de octubre, los inspectores de la UE, el FMI y el BCE desplazados a Atenas darán a conocer su informe sobre las iniciativas tomadas por el Ejecutivo heleno. Se trata de un examen en toda regla, ya que un aprobado supondría el desbloqueo de los 8.000 millones que Grecia espera desde julio como agua de mayo. Si la nota es un suspenso...
Malta y Eslovaquia
No es el único fleco que permanece en el aire. La ampliación del FEEF no ha sido aprobada por todos los estados de la eurozona. Restan Malta y Eslovaquia, a quienes Merkel y Sarkozy metieron prisa. En Malta la votación se aplazó el pasado jueves por motivos técnico-jurídicos. El debate parlamentario se retomará hoy y, salvo sorpresa, la propuesta saldrá adelante.
Más complicada es la situación en Eslovaquia, cuyo gobierno de coalición -cuatro partidos de corte conservador-liberal- aparece dividido y camino de la fractura.
La votación en el Consejo Nacional está anunciada para mañana, con resultado incierto. «Haremos todo lo posible para parar este mecanismo de salvamento del euro, para que no sea ampliado, y de no conseguirlo, para que funcione sin Eslovaquia o que no cueste un céntimo a los contribuyentes eslovacos», apuntó el jefe de los liberales, Robert Sulik.
Domingo frenético el que se vivió ayer en torno al colapso del banco franco-belga Dexia, con las partes interesadas trabajando contra el reloj para alcanzar un acuerdo antes de la apertura de los mercados de hoy. En torno al mediodía, los gobiernos de Bélgica, el Estado francés y Luxemburgo emitían un escueto comunicado en el que se anunciaba un acuerdo para evitar el naufragio total. «La solución sugerida, resultado de intensas consultas con las partes afectadas, se someterá al consejo de administración de Dexia para su aprobación», rezaba la nota, sin mayores explicaciones.
El consejo de administración comenzó su reunión sobre las 15.00, pero ya entrada la noche seguía sin haber noticias del resultado de sus deliberaciones. Y una vez finalizado este encuentro estaba convocada una reunión de ministros del Gobierno belga, lo que da muestra de la urgencia con que se está abordando la situación. El primer ministro en funciones, Yves Leterme, informó a la agencia de noticias Belga que el objetivo de esa cita era, caso de que el consejo de administración diera su visto bueno al plan de los tres ejecutivos, encargar oficialmente a la Sociedad Federal de Participaciones e Inversiones la compra de Dexia Banca Bélgica, la rama del banco que opera en ese estado.
A falta de confirmaciones oficiales, varios medios publicaron ayer en sus páginas web que Bélgica pagará unos 4.000 millones de euros por su parte, mientras que la rama francesa le costará a París unos 700 millones. Las mismas fuentes indicaron que el acuerdo pactado incluye también el reparto de las garantías de ambos estados a un «banco malo» que se haga cargo de los «activos tóxicos». Ese banco malo debería tener activos por unos 90.000 millones de euros, y Bélgica garantizaría en torno al 60%, mientras que el Estado francés asumiría el 36,5% y Luxemburgo un 3,5%.
La crisis de Dexia salió a la luz pública a inicios de la semana pasada, cuando se reveló que el banco estaba en una situación crítica por su exposición a la deuda griega, a pesar de que superó con buena nota los tests de resistencia publicados en julio. Tal y como informó GARA en su edición de ayer, este hundimiento golpea de lleno a Ipar Euskal Herria, donde ayuntamientos -Hendaia, Bidarte, Mugerre, Maule, Biarritz y Bokale- y otras instituciones públicas tienen contratados préstamos de alto riesgo, de los denominados «tóxicos», con esta entidad financiera. I. INTZIARTE
El archipielago portugués de Madeira celebró ayer sus elecciones regionales. Está gobernado desde hace 33 años por Alberto Joao Jardim, representante del Partido Social Demócrata, el mismo que gobierna en Lisboa desde el pasado junio. Madeira ha llegado a estos comicios después de que el mes pasado se detectara en sus cuentas públicas un desvío de más de 1.000 millones de euros, que agrava la situación de un país rescatado por la UE, el FMI y el BCE. Jardim argumenta que la falta de inversiones del Estado le llevó a renegociar contratos de obras públicas no reflejados en las auditorías oficiales. Según los sondeos, repetirá en el cargo. I.I.