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FÓRMULA UNO Gran Premio de Japón

Vettel, el bicampeón más joven

A sus 24 años, tres meses y seis días, el piloto alemán ha superado el récord de precocidad que ostentaba Fernando Alonso en revalidar el título mundial. El de Red Bull finalizó tercero en Suzuka, por detrás de Button y, precisamente, el piloto asturiano de Ferrari.

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Imanol CARRILLO

Sebastian Vettel ya puede respirar tranquilo y muy orgulloso. Tras finalizar en tercera posición en Suzuka, el joven piloto alemán se convirtió matemáticamente en campeón del Mundial de Fórmula Uno a pesar de la victoria del único que le podía arrebatar el trono: el británico Jenson Button (McLaren).

Escudado por varios monoplazas, entre los que se encontraban sus compatriotas Timo Glock y el mismísimo Michael Schumacher (siete veces campeón), Vettel se mostraba al mundo emocionado dentro de su casco. Sólo él sabe lo que le pasó por la cabeza en el instante de cruzar la línea de meta.

Tuvo que sufrir de lo lindo, pero seguro que el sacrificio le dejó un buen sabor de boca. Y su celebración en el podio, junto a otros dos campeones como Button y Alonso, le dieron una dosis de merecimiento y gloria.

Ese estado de ánimo fue envidiado por muchos seguidores del germano quien, a sus 24 años, tres meses y seis días, superó un nuevo récord en la historia del Gran Circo. Y es que Vettel batió la marca de juventud que ostentaba Fernando Alonso. El asturiano firmó su segundo título mundial a los 25 años, dos meses y tres semanas.

Vettel parece seguir la estela de Alonso, pero muchos ya dan por hecho que es el sucesor de Schumacher. Y llevan razón si nos centramos en la carrera de ambos pilotos. El Káiser, exactamente con la edad de Sebastian Vettel, estaba disputando el GP de Europa -en Donington Park (Inglaterra), la tercera prueba del Mundial de 1993-. Había debutado dos temporadas antes y contaba con una sola victoria, la lograda en Spa-Francorchamps (Bélgica) la campaña anterior.

A estas alturas, Vettel ya lleva dos Mundiales y 19 victorias en la máxima categoría (27 poles), tras conseguir gradualmente todos los récords de precocidad: el de participar en un Gran Premio, liderar y ganar una carrera, salir desde la pole, hacer un doblete (pole y victoria), firmar un triplete (pole, triunfo y vuelta rápida), ganar un Mundial...

Media vida ligada a Red Bull

Sebastian Vettel lleva la mitad de su corta vida en la escudería austríaca de Red Bull, en cuyo programa de jóvenes ingresó a los doce años. Fue en 2007 cuando debutó en la verdadera competición de la F1. Suplió en Indianápolis al polaco Robert Kubica, que había sufrido un aparatoso accidente en Canadá.

Abordo de un BMW Sauber, el germano acabó séptimo y se convirtió en el más precoz de la historia en puntuar. Sebastian Vettel tenía 19 años y 349 días.

Hubo que esperar hasta 2008, cuando tenía 21 años y 72 días, para presenciar su primera victoria. Asombró al mundo entero al otorgarle a Toro Rosso, el «hermano pequeño» de Red Bull, el único triunfo de la historia de la escudería. Lo hizo en Monza (Italia), el mismo lugar en el que el pasado 11 de setiembre dejó prácticamente sentenciado el Mundial al lograr su octavo pemio de la temporada.

Las últimas cinco pruebas de esa campaña las pilotó al volante de un Toro Rosso y en 2009 entró a formar parte de la nave diseñada por el estelar Adrian Newey: Red Bull. Finalizó segundo en el Mundial que ganó Jenson Button con Brawn GP, y al siguiente, en 2010, se adjudicó su primer título. Ayer se hizo con el segundo, y se convirtió en el noveno piloto que consigue revalidar el cetro.

Anteriormente lo lograron el italiano Alberto Ascari (1952-1953), el argentino Juan Manuel Fangio (1954 a 1957), el australiano Jack Brabham (1959-60), el francés Alain Prost (1985-86), el brasileño Ayrton Senna (1990-91), el alemán Michael Schumacher (en dos ocasiones: 1994-95 y 2000 a 2004), el finlandés Mika Hakkinen (1998-99) y el español Fernando Alonso (2005-06).

Ahora, Sebastian Vettel deberá esperar para arrebatar a Schumi otro récord. En 2002, al «verdadero» Káiser le sobraron cuatro carreras, y Vettel se ha proclamado campeón a falta del mismo número de pruebas. Todo será cuestión de tiempo.

Mientras tanto, el piloto nacido en Heppenheim conducirá para seguir ganando carreras. Como lo intentó ayer, aunque no lo pudo lograr ante un gran Button que, sin duda, ha sido la gran alternativa a Vettel.

Una carrera llena de tensión

El británico de McLaren cosechó su tercer triunfo este año -el primero en seco-, aunque bien pudo haberse retirado ya en la salida, cuando intentaba adelantar a Vettel y éste le cerró el paso. El incidente fue investigado, pero quedó en nada.

El germano de Red Bull tuvo problemas con la degradación de sus neumáticos, pero no fue hasta la vuelta 20 cuando dejó el liderato en manos del británico. Fue al entrar de nuevo en boxes para cambiar las gomas.

Más atrás, Hamilton y Massa se volvieron a reencontrar tras su encontronazo en el GP anterior. Tras un roce entre ambos, en el que se desprendió un trozo de uno de los dos monoplazas, el safety car entró en escena.

En las últimas vueltas se pudieron ver los momentos más interesantes de la prueba. Vettel, tercero, presionaba a Alonso con el DRS. Fue por poco tiempo, porque desde Red Bull daban la instrucción a sus pilotos de no asumir riesgos innecesarios. Así, a falta de tres giros, el asturiano marcaba récord del segundo sector y vuelta rápida personal. Button, que parecía que quería ahorrar combustible, avivó el ritmo y cruzó la línea de meta por delante de otros dos campeones mundiales como son Alonso y Vettel. Perdón, bicampeones del mundo.

«Mi entrenador me ha ayudado a tener los pies en el suelo y a asumir todo lo que me ha estado pasando»

Sebastian Vettel habló emocionado después de lograr su segundo Mundial consecutivo de Fórmula Uno: «Ganar el Campeonato aquí es fantástico. Estoy tan agradecido a todo el mundo en el equipo... Hemos trabajado todos, todos los días. Hemos conseguido el objetivo. Esto no habría llegado conmigo solamente, sin el apoyo de todo el equipo, de Mark...».

Aún así, se le vio con ganas de más esta temporada: «Ha sido un año largo, pero a la vez fantástico, y lo mejor es que aún no ha acabado».

«No tengo palabras para dar las gracias a todo el mundo. Una persona que realmente sobresale de todos es mi entrenador (Tommy Parmakoski). Me ha ayudado a tener los pies en el suelo y saber cómo asumir todo lo que me ha estado pasando estos últimos meses porque lo más duro es ganar y luego ganar otra vez», reconoció acto seguido el piloto germano.

Por su parte, el director de Red Bull, Christian Horner, señaló tras el segundo título de su piloto que «ha conducido magníficamente todo el año y se merece la victoria en un Mundial que ha dominado desde la primera carrera en Melbourne. Es la culminación de mucho trabajo duro de equipo y puede estar muy orgulloso de lo que ha conseguido. Le sitúa entre una élite de pilotos que ha conseguido dos títulos». GARA

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