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Jon Odriozola Periodista

Y también dos huevos duros

Si andar mucho fuera saludable, los carteros serían inmortales. Las tortugas no corren y viven 450 años, como Carrillo. Igual por eso los revolucionarios morimos pronto

Le pedía insistentemente Chico Marx a Groutxo en la famosa escena del camarote en «Sopa de ganso». Yo, más que comedor, he sido bebedor (sospecha de los abstemios, decía Baudelaire). Comer, lo justo, igual que las tonterías, las justas. Nada en exceso, que diría el estoico Séneca quien, por cierto, estaba podrido de sestercios.

Buceando por Internet (otros navegan, yo buceo), me topo con un Doctor brasileño -Paulo Uribaran-, de Porto Alegre, que pule estas gemas antiparanoicas. Preguntado este friki genial sobre si es verdad que los ejercicios cardiovasculares prolongan la vida, responde así: el corazón está hecho para latir una cantidad de veces determinadas. No hay que desperdiciar -continúa- esos latidos en ejercicios. Acelerar su corazón no va a hacer que usted viva más. Es como decir que puedes prolongar la vida de tu coche corriendo más deprisa. ¿Quieres vivir más? Échate la siesta.

Esto me recuerda a Mark Twain y sus «sanos» amigos a los que enterró. Le preguntan a este santo iconoclasta -un oximorón- si es más aconsejable comer más frutas y vegetales que carnes rojas, y el doctorcito nos sale con que, mire usted, milord, ¿qué comen las vacas?, coño, pues hierba y maíz. Y ¿qué es eso?, joer, pues vegetales. Conclusión: un filete es el mecanismo más eficaz de colocar vegetales en su organismo. ¿Necesitas comer cereales? Pues jama pollo.

¿Y qué pasa con el alcohol, ein? ¿Hay que reducirlo? De ninguna manera, nos revela este clarividente a quien venero. El vino está hecho de fruta. La cerveza también está hecha de cereales (lúpulo). No limite demasiado su consumo. Pero -le preguntan insidiosamente-, ¿hacer ejercicio no estará mal, no? Nuestro admirado galeno no cae en esa «trampa saducea» (giro acuñado, por cierto, por Torcuato Fernández Miranda, mentor de Adolfo Suárez, falangistas ambos, además de Fernando Herrero Tejedor. Y del que, por supuesto, ni dios se acuerda y, seguramente, ni falta que hace, esto es una digresión sin más) y se pronuncia así: «mi filosofía es que si no tienes dolor, no hagas nada, estás bien».

Me rindo. Y no es joda («broma», en lunfardo). Insiste el becario periodista que va de meritorio y tratando de pillar al maestro esgrimiendo el pequeñoburgués argumento de que la gimnasia ayuda a reducir la obesidad. Respuesta: «absolutamente no. Ejercitar un músculo lo único que hace es aumentar el tamaño del músculo». Acá lo coloqué en una «stuppa» budista.

Voy acabando, que empieza el otoño y yo con estos pelos. ¿El chocolate hace daño? No, es cacao, otro vegetal. Ayuda a ser feliz. La vida no es un viaje para la tumba donde llegar (Alice Cooper discreparía, ¿y quién es éste? Que lo explique el amigo Jakue Pascual, que es el que sabe). En una mano la birra, y en la otra un bokata, cagondios (y aquí, con este exabrupto, saludo al camarada Silveira, ya puestos a saludar). Gastar el cuerpo, y no des-gastarlo, sexo incluido.

Lo último: si andar mucho fuera saludable, los carteros serían inmortales. Las tortugas no corren y viven 450 años, como Carrillo. Igual por eso los revolucionarios morimos pronto.

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