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Crónica | La guerra en Libia

Sirte mira a Tawarga con el miedo a las represalias contra los leales a Gadafi

La población de sirte ha quedado atrapada entre el fuego cruzado. muchos de los residentes en la localidad natal de muamar gadafi huyen de los combates y los bombardeos de la otan. Ellos son la única fuente para saber qué ocurre en el interior de una ciudad cuyos habitantes temen a los milicianos y sus posibles represalias.

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Andoni BERRIOTXOA

«No sabemos cuántos soldados gadafistas hay exactamente, pero son muchos todavía. En su mayoría son libios de la misma tribu que Gadafi, aunque también hay mauritanos y francotiradoras de Mali. Algunos dicen que también hay ucranianos, pero no lo sabemos con certeza», asegura Ghederik, habitante de Sirte y ahora refugiado en una urbanización cercana a Tawarga (a unos 20 kms de Misrata). «Tenemos agua, pero no electricidad y los víveres se acaban. Los gadafistas no nos dejan salir de la ciudad. Si lo intentamos, nos disparan a matar, tengo conocidos que han perdido la vida así. En cambio, si nos quedamos, moriremos por los bombardeos. Hemos escapado para vivir. Aunque sabemos que ya no hay sitio en Libia para gente como nosotros, que apoyamos a Muamar Gadafi. Mira lo que pasó en Tawarga. Temo por la seguridad de mi familia.». Ghederik, que se confiesa abiertamente leal a la Yamahiriya, añade: «No creo que se rindan (los leales a Gadafi). Sabiendo lo que les puede esperar aquí, lucharán hasta la muerte por sus vidas. No les queda otra salida que pelear hasta que Dios decida qué será de su destino».

Huir a través de la batalla

Sheik es otro de los refugiados procedentes de la ciudad de Sirte. Ha escapado con toda su familia, llevándose todo lo que podía en su furgoneta, que se encuentra aparcada en la mitad del campo, esperando a que alguien les ofrezca una vivienda en la que establecerse hasta quién sabe cuándo. «Huimos a través del campo de batalla. Nos dispararon los dos bandos, unos porque escapábamos y los otros, pensando que eramos gadafistas que atacaban. Al final no pasó nada, gracias a Dios, pero el futuro es incierto para mi familia. Soy gadafista y mira lo que pasa a la gente como nosotros», Sheik, señala a Tawarga, que se encuentra en llamas y aún con banderas verdes ondeando en las viviendas.

La ciudad fantasma

Tawarga es una ciudad fantasma entre Misrata y Sirte. Tradicional y abiertamente leal al régimen de Muamar Gadafi, ahora no es más que la sombra tétrica de lo que fue antaño. Sus casas, aún con banderas verdes ondeando, se quemán una detrás de otra. Toda la localidad ha sido saqueada. Nadie sabe dónde se han metido los moradores de las viviendas derruidas que se encuentran por doquier. Los coches, calcinados, cierran algunas calles donde cadáveres de animales domésticos enrarecen el ambiente despidiendo un hedor asfixiante.

Entre la desolación aparecen unos soldados rebeldes que se encuentran guardando los esqueletos negros de las viviendas del municipio. «Quemamos las casas no por venganza, sino por higiene. Hay mucho insecto y cadáveres de perros», aseguran. Aunque sus palabras no suenan convincentes. Preguntamos por los antiguos habitantes. «No sabemos donde están, ni a dónde han ido. Creemos que en la parte antigua de Tawarga puede haber todavía alguno, pero no lo sabemos con certeza. Es una extensión muy vasta a unos kilometros de aquí. No nos hemos acercado». Preguntamos si es posible acceder a ese lugar. «Es muy peligroso, no sabemos lo que se encuentra allí», responde el miliciano, que asegura que en esa zona no han quemado ninguna casa. Otro soldado rebelde, llamado Mohammed, insta a no ir en esa dirección porque «hay mucho insecto malo y os podrían picar». Las excusas se alargan y varían unas de otras hasta que somos invitados a abandonar el lugar.

«Tawarga apoyó a los soldados leales a Gadafi que mantuvieron el asedio a Misrata. Les daban comida y víveres. Eran gadafistas al 100% y eso se paga caro. Pero, repito, que no lo hacemos por venganza sino por higiene», argumenta el miliciano. Al mismo tiempo en el que el responsable a cargo de la brigada de Tawarga pronuncia estas palabras, personas venidas de Misrata, saqueaba las casas, llevándose todo lo que puede serles útil.

¿Qué se esconde tras el veto a la ciudad vieja? ¿Dónde permanecen los antiguos moradores de Tawarga? Todo lleva a sospechar que aquí hubo una limpieza de todo aquel que no comulgara con el ideario del CNT. Si los matarón o escaparon con lo puesto, dejando atrás todo lo que acumularon durante una vida, es un misterio. El futuro para los leales a Gadafi pinta muy negro viendo las casas de esta ciudad fantasmagórica.

 

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