La Unión Europea extendió ayer las sanciones contra Irán y Bielorrusia por violaciones de derechos humanos y la represión de movimientos de oposición en estos dos países.

Durante una reunión en Luxemburgo, los ministros de Asuntos Exteriores de la UE decidieron añadir los nombres de 29 iraníes y 16 bielorrusos a la listas de personas afectadas por la congelación de bienes y la prohibición de visados para viajar a la UE. El ministro británico de Asuntos Exteriores, William Hague, denunció a su llegada a la reunión, «el balance espantoso en materia de derechos humanos de Irán». En marzo, la Unión ya había sometido a estas sanciones a 32 personas. Irán también es objetivo de las sanciones de la UE por su programa nuclear.

16 más en Bielorrusia

Frente a Bielorrusia, la UE renovó sus sanciones y las reforzó aplicándolas a 16 miembros del Gobierno del presidente Alexandre Lukachenko implicados en la represión de la oposición en Minsk.

Entre ellos figuran cuatro personas supuestamente implicada en el caso de un defensor de derechos humanos, Ales Beliatski, encarcelado desde agosto por fraude fiscal. Beliatski, que preside el movimiento Viasna, también es vicepresidente de la Federación Internacional de Derechos Humanos.

Esta decisión eleva a casi 200 el número de personas de Bielorrusia bajo sanciones europeas. A finales de setiembre, en la última cumbre del «Partenariado Oriental», Minsk rehusó participar por este motivo e ignoró las reprimendas reiteradas por la UE en Varsovia sobre la represión a la oposición desde las elecciones de 2010.