La Comisión Europea propone incentivar las prácticas ecológicas en la agricultura y variar el reparto de la PAC
GARA | BRUSELAS
La Comisión Europea (CE) propuso ayer una reforma de la Política Agrícola Común (PAC), que supondrá la incentivación de las prácticas ecológicas y variará el método de reparto de las ayudas en favor de un sistema más equilibrado entre regiones y sectores. Las propuestas serán objeto de difíciles negociaciones que comienzan en la UE y que, una vez aprobadas, se aplicarán a partir de 2014.
Bruselas plantea conceder un 30% de las ayudas directas a los productores que hagan esfuerzos medioambientales. La CE quiere premiar tres tipos de prácticas: la rotación de los cultivos, el pastoreo permanente y el destinar un 7% de la superficie de la explotación a actividades de valor ecológico, explicó el comisario europeo de Agricultura, Dacian Ciolos.
A los agricultores europeos les preocupa el sobrecoste y la amenaza a la competitividad que implicará esta propuesta. El presidente de las organizaciones agrarias (COPA), Gerd Sonnleitner, dijo ayer que, de salir adelante la idea, entre 6 y 7 millones de hectáreas podrían ser retiradas de la producción en un contexto en el que aumenta la demanda alimentaria global. El cambio en el modelo de reparto de las ayudas también «amenaza con dificultar las negociaciones», tanto por parte de los países que más perderán con el cambio, el Estado francés entre ellos, como por los que consideran que el nuevo sistema se queda corto, grupo donde se incluyen algunos de los países del Este europeo.
El objetivo marcado es eliminar los derechos históricos, que se utilizan en la actualidad para la distribución de las ayudas en países como el Estado español -sobre la base de la producción media entre 2000 y 2002-, para pasar a un sistema de «pago único» por hectárea. Con ello Bruselas quiere «lograr una convergencia interna entre los países y las regiones», que debería concluir en 2019.
«Es importante adaptarse a los nuevos tiempos», dijo el comisario. Sobre los agricultores españoles, Ciolos señaló que «el paso al pago por hectárea no debería afectarles, ya que el país se encuentra cerca de la media europea en ese ámbito».
El productor español obtiene 246 euros, lo que significa un 9% menos que la media pagada en los 27 países, situada en 271 euros por hectárea.