Quizá se deba a una trayectoria casi monopolizada por los empates. O, más probablemente, a que la última imagen que ha quedado grabada en las retinas es el encuentro frente al Mallorca, con un primer tiempo que el propio José Luis Mendilibar tildó de «horrible». Pero lo cierto es que las vibraciones alrededor de Osasuna no parecen tan optimistas como hace mes y medio.

Cierto enfriamiento que se entiende pero no se comparte en el seno del equipo, desde el que el técnico recuerda que, dejando al margen el chaparrón del Camp Nou y esos 45 minutos del último choque, su equipo no lo ha hecho nada mal. «Quitando el del Barcelona, de cinco partidos hemos tenido 45 minutos verdaderamente malos -asegura Mendilibar-. Tampoco creo que haya que generar dudas por eso. Tenemos que estar con la conciencia tranquila porque nos salió mal, pero no tiene porque volver a salir. Tampoco es que ahora vayamos a ganar todo ahora, pero tan mal como el primer tiempo del Mallorca no creo que vayamos a jugar». Es probable, además, que las cosas se vieran diferentes con algún punto más en la clasificación. Si se tuvieran, por ejemplo, los once que, en opinión del entrenador zaldibartarra, debería tener Osasuna si los árbitros hubieran acertado. «Ha habido dos partidos..., que podríamos tener once puntos sin haber jugado mejor de lo que lo hemos hecho». A lo que hay que añadir «la gente nueva», «las lesiones»..., aunque Mendilibar asegura que tampoco es cuestión de ponerse «a llorar».

Mejoría necesaria

Entre otras cosas, porque el entrenador osasunista es el primero que no se conforma. Pese a estar satisfecho, en líneas generales, con lo visto hasta ahora, reconoce que «tenemos que tratar de mejorar». Sobre todo en dos aspectos, a su juicio fundamentales, la valentía y el convencimiento. «Creo que tenemos que ser más valientes -subraya el zaldibartarra-, no creo que tengamos que depender tanto del contrario. Creo que tenemos que decir «aquí estoy yo», individual y colectivamente. Tener la sensación de que somos tan buenos como el contrario o más. Y si partimos de ahí, estoy convencido de que nos van a salir buenos partidos. Luego ganar o perder dependerá de muchas cosas; de nosotros, del contrario, de decisiones arbitrales en momentos puntuales... Pero lo más importante es nuestro autoconvencimiento, individual y grupal...».

Y también convencimiento en lo que respecta a las propuestas del propio entrenador. «Tenemos que estar convencidos de lo que hacemos y yo creo que todavía no estamos convencidos de todo lo que propongo yo sobre el terreno de juego. Si el jugador cree de verdad en lo que proponemos, llegará antes el jugar mejor, el ganar... Ésa es mi meta ahora mismo, hacer ver al jugador que lo que proponemos es lo mejor», insiste.

Un trabajo que, evidentemente, el vizcaino lleva bastante más adelantado que su próximo rival, un Marcelo Bielsa al que Mendilibar admite no conocer demasiado, aunque sabe que le gusta que sus equipos «aprieten arriba. Y es atrevido, quiere jugar casi siempre en campo contrario». «Me imagino -añadió- que ahora estarán en un momento de entenderse, de hacer creer al futbolista lo que él propone... Porque normalmente los primeros meses pasan así, uno propone y el otro trata de hacerlo. Primero hay que creer para luego hacerlo lo mejor posible».

Un camino en el que, de todos modos, los rojiblancos han avanzado bastante en los últimos encuentros, aunque sólo sea por la confianza que otorgan los buenos resultados. «Te da ánimos y te ayuda a creer en lo que haces», reconoce Mendilibar que, para San Mamés, augura un partido con «intensidad, ritmo, mucha ida y vuelta... La verdad es que creo que vamos a terminar fundidos los dos equipos».

Los recuerdos

Y, siguiendo el tópico, un partido también muy especial para un Mendilibar que asegura no guardar el más mínimo rencor por su fulgurante destitución en el Athletic. «Como entrenador -explica-, sé que de la misma manera que me ficha, una directiva me puede echar. Los resultados mandan y no hay vuelta de hoja. Los entrenadores siempre estamos convencidos de poder sacar los partidos adelante, pero te dirán «¿por qué no lo has hecho en las jornadas que llevamos?». Somos más tercos nosotros y pensamos que sí, que podíamos, pero no le doy más vueltas».

Además, Mendilibar fue jugador en categorías inferiores del Athletic, «he entrenado en categorías inferiores, al primer equipo... Sólo me ha faltado jugar en el primer equipo. No es un club como otro cualquiera. Pero el lunes cuando vaya a San Mamés, me olvido de que es el Athletic; es un equipo al que tengo que estudiar y tengo que preparar el entrenamiento para poder ganarle y punto, no me acuerdo de más historias».