La pasión infantil por las grandes estrellas del fútbol en «El sueño de Iván»
M.I. | DONOSTIA
Roberto Santiago estrena con celeridad su nueva película, para que así haga olvidar lo antes posible el descalabro sufrido con «¿Estás ahí?», que había puesto en duda su capacidad para la comedia. Sale del amargo trance con un producto familiar a favor de la infancia en el mundo, patrocinado por Unicef.
En «El penalti más largo del mundo», su título más personal hasta la fecha, abordó el fútbol desde la perspectiva marginal de un equipo aficionado de barrio. Ahora, presenta un cuento de apariencia realista con niños que ven materializado el sueño imposible de jugar frente a sus grandes ídolos. La excusa para el encuentro es una causa benéfica. El problema es que, salvo por el puntual cameo del goleador uruguayo Diego Forlán, el reparto no cuenta con otros futbolistas conocidos. Eso sí, para dar realce a tan insólito partido del siglo, se ha escogido como mítico escenario el Estadio Azteca de México, donde Brasil ganó el Mundial de 1970.