El Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) ha apercibido a la central de Santa María de Garoña por incumplimiento del reglamento y ha propuesto la apertura de un expediente sancionador. Así lo refleja la última acta del Pleno del CSN, donde se explica que Garoña infringió el Reglamento de Instalaciones de Nucleares y Radiactivas (RINR).

Los hechos constitutivos de la posible infracción son que la central burgalesa a escasos kilómetros de Euskal Herria operó desde finales de febrero de 2011 con unas curvas de presión-temperatura de la vasija del reactor con su plazo de validez superado. Según el CSN, la conducta de Garoña constituye un incumplimiento formal, «simple irregularidad», que carece de trascendencia para la seguridad o la protección radiológica.

Por otro lado, el Gobierno español y el PSOE mantienen su compromiso de inversiones previsto en el llamado Plan Garoña, diseñado para compensar el perjuicio que ocasionará en la zona el cierre de la planta nuclear en 2013, según afirmó ayer el vicepresidente Manuel Chaves. El también presidente del PSOE consideró que el Plan Garoña está teniendo un resultado «razonablemente positivo».

Aunque reconoció que se han obligado a retrasar las inversiones, Chaves dejó claro que «las infraestructuras comprometidas se harán, aunque más tarde». Así, se refirió a uno de los proyectos más emblemáticos incluidos en el plan, como es la construcción de un parador en el entorno de Garoña.

El vicepresidente aseguró que sigue siendo un «compromiso político» del PSOE y del Gobierno y adelantó incluso que el lugar que el Gobierno considera ideal es el monasterio de San Salvador de Oña.