Kofi Annan, Pierre Joxe, Gro Harlem Bruntland, Jonathan Powell, Gerry Adams, Bertie Ahern, Raymond Kendall, Nuala O'Loan, Alberto Spektorowski, Brian Currin, Silvia Casele, Pierre Hazan, Tony Blair... Llevo media vida preguntándome qué lugar ocupa la identidad sexual en las negociaciones de paz. Esta incógnita -anodina para muchos- sigue acompañándome actualmente.

La cuestión que planteo guarda relación con la controversia de los sexos y la disputa política sobre la igualdad. No se limita, por tanto, a la identificación física de unos seres sexuados, es decir, al sexo de pertenencia de las personas implicadas en un proceso de paz. Una representación equilibrada de ambos sexos refleja la presencia de individuos en tanto que tributarios de un rol social. Esto no conlleva, necesariamente, un análisis e interpretación del conflicto y su resolución en clave de género. Lo anterior tampoco significa que representación equilibrada de los sexos y análisis feminista sean antagonistas.

Las Resoluciones 1325 y 1820 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, ponen de manifiesto la importancia del papel de las mujeres en la prevención y resolución de los conflictos, así como en la consolidación de la paz. Laintervención de las mujeres en todas las iniciativas que se lleven a cabo, es aplicable tanto en Ruanda como en Euskal Herria.

Reivindico la participación de las mujeres en este Proceso de Paz, como un elemento estructural del mismo y un factor esencial y decisivo para su culminación. Que no se denieguen nuestras aportaciones, que se tengan en cuenta y se visibilicen, y que se supere la actual «disimetría pública».