En julio y setiembre de 2010, la Asociación de Vecinos de Zorrotza mantuvo sendas reuniones con el presidente de Feve, Ángel Villalba, para hablar sobre alternativas para eliminar los pasos a nivel que la compañía mantiene en ese barrio bilbaino, en la carretera que lo une con Kastrexana. A partir de entonces, explican, Ayuntamiento y Feve se comprometieron a estudiar las soluciones técnicas más factibles pero nada parece haberse concretado al respecto.

Poco después, los vecinos se inclinaron por apoyar una alternativa, que contemplaba un acceso mecanizado desde las zonas altas de Zorrotza. A partir de ahí, pocas noticias más.

Es por ello que en las últimas semanas la asociación ha tratado de contactar con Feve, aunque no ha recibido respuesta alguna. Confiesan sentirse «engañados» y sospechan de que los anuncios realizados por la compañía ferroviaria y también por el portavoz municipal del PSE, Txema Oleaga, no eran más que «una zanahoria de cara a las elecciones municipales».

Ante esta coyuntura, han decidido que no se van a quedar de brazos cruzados. «Al contrario -aclaran-, seguimos convencidos de nuestras razones y estamos más dispuestos que nunca a seguir en la lucha hasta que esos trenes cruzando por medio del barrio se conviertan en un mal recuerdo».

Esta es la razón principal por la que la AAVV de Zorrotza ha decidido reiniciar la vía de la movilización, con la manifestación convocada para el jueves, a las 19.00, que partirá desde el colegio Zazpi Landa. El mensaje a las instituciones implicadas es claro: exigen la eliminación de los pasos a nivel, el soterramiento de la línea de Feve y el mantenimiento de la estación.

No se quedan ahí las demandas, ya que reclaman al Ayuntamiento que resuelva mediante rampas y ascensores los problemas de accesibilidad que tienen los habitantes de las zonas altas del barrio, como Zazpi Landa, Zorrotzagana, Zorrotzabaso, Pinadia o Jardín de Zorrotza.

La reclamación es que Feve, el Ministerio español de Fomento, Ayuntamiento de Bilbo, Diputación vizcaina, Bilbao Ría 2000 y los partidos políticos trabajen para conseguir que los convoyes de Feve circulen bajo tierra y se mantenga la estación en el barrio. Con la eliminación de los dos pasos existentes, estiman que se acabaría con la peligrosidad; la última víctima mortal se produjo en marzo de 2007.

Precisamente, uno de los pasos a nivel se encuentra muy cerca de un colegio público, por lo que muchos niños y acompañantes tienen que cruzarlo con frecuencia. Además, seis líneas de Bilbobus sufren retrasos por el tránsito de los trenes.

Con los cambios, a juicio del colectivo ciudadano, se posibilitaría «un servicio ferroviario más frecuente y competitivo, consiguiendo así un incremento sensible de viajeros en las líneas de Feve y una excelente alternativa de transporte público para un barrio tan necesitado como Zorrotza».