CONFERENCIA INTERNACIONAL DE DONOSTIA
Koffi Annan recibe por separado a la izquierda abertzale, PSE y PNV
I. IRIONDO | DONOSTIA
Además de las intervenciones que cada una de las delegaciones hicieron en el plenario de la Conferencia, el equipo liderado por Kofi Annan recibió también por separado a las delegaciones de la izquierda abertzale, PNV y PSE, con quienes conversaron durante algunos minutos para conocer sus posiciones con mayor profundidad.
Esta diferenciación viene a remarcar la importancia especial que se otorga a estas tres corrientes políticas, y todo invita a pensar que en caso de que el PP hubiera decidido participar en la cita hubiera tenido también un trato similar.
En el limitado tiempo que cada delegación tuvo para intervenir durante el plenario, Rufi Etxeberria trasladó a los participantes el saludo de la izquierda abertzale, que dijo acudir a la Conferencia «asumiendo sus responsabilidades históricas y políticas en un claro ejercicio de voluntad democrática» y «con las manos tendidas».
Ante lo que definió como «una gran ventana de esperanza», la izquierda abertzale mostró su vocación de «seguir contribuyendo a que dicha esperan- za se convierta en realidad». Rufi Etxeberria reivindicó «escenarios de superación de violencias y conculcación de derechos, hasta la generación de un marco de soluciones democráticas plenas. A este respecto manifestamos nuestro inequívoco apoyo a los principios Mitchell recogidos en el Acuerdo de Gernika».
Recuerdo al preso Otegi
La delegación de la izquierda abertzale aprovechó su intervención para reiterar los compromisos que en los últimos meses ha ido adquiriendo con las vías políticas y democráticas, y con «los instrumentos democráticos del diálogo y la negociación para, desde la par- ticipación y respeto de todas las opciones políticas, alcanzar un acuerdo incluyente que reconozca el carácter nacional de Euskal Herria y su legítimo derecho de autodeterminación».
Rufi Etxeberria recordó a los presentes que todos los compromisos de los que dio cuenta han sido refrendados también por «el Colectivo de Presos Políticos Vascos, al que pertenecen compañeros represaliados en el ejercicio de la actividad política como Arnaldo Otegi».
Además de exponer los compromisos adquiridos por la izquierda abertzale, Rufi Etxeberria también demandó del resto de agentes «corresponsabilidad» para «llevar a buen puerto la filosofía y objetivos de esta Conferencia».
El PNV pide un «plan Peace»
Iñigo Urkullu agradeció a los dirigentes de la Conferencia su «compromiso con la causa de la paz» y presentó al PNV como «su colaborador más leal en aras a la resolución del contencioso que nos ocupa». El presidente del EBB destacó que «ETA nunca debió existir» y habló también de la necesidad de que las fuerzas políticas puedan alcanzar «un gran compromiso por un nuevo futuro para Euskadi, un acuerdo que resulte habilitado institucional y socialmente».
Aprovechando su intervención, Urkullu volvió a reclamar «la ayuda de las instituciones europeas», que concretó en «un plan Peace Euskadi [como el que obtuvo Irlanda con fuertes dotaciones económicas], para contribuir a cimentar la paz y la reconciliación en nuestro país».
El PSE, de mala gana
La delegación del PSE estuvo formada por el alcalde de Ermua, Carlos Totorika, que fue quien habló a los medios incidiendo en el mensaje más duro del partido, centrado en la derrota de ETA, y por su presidente, Jesús Eguiguren, quien en el interior añadió también la disposición a hacer «los esfuerzos necesarios para lograr la paz».
La dureza del discursó llamó la atención incluso de Pierre Joxe, miembro del PS y ex ministro francés de Interior, que comentó su extrañeza con quie- nes se sentaban a su lado. Además, Eguiguren y Totorika se incorporaron con retraso a la lectura de las conclusiones finales porque no querían aparecer fotografiados con el resto de participantes, y evitaron aplaudir.