CONFERENCIA INTERNACIONAL DE DONOSTIA
López saluda el llamamiento a ETA y Madrid no opina
Iker BIZKARGUENAGA | NUEVA YORK
Se sabía que no iba a estar en Donostia, ya que se encuentra de viaje oficial en EEUU, pero Patxi López no desperdició la ocasión para referirse a la Conferencia Internacional una vez tuvo conocimiento del contenido de la declaración. En el marco de una jornada empresarial y de promoción gastronómica en Nueva York, el lehendakari se dirigió a los periodistas para indicar, sin moverse de su discurso habitual, que «lo importante ha sido que se ha pedido a ETA que deje definitivamente sus actividades terroristas».
Ese mensaje supone, a su juicio, «una buena noticia» porque «ya no queda nadie, ni dentro de Euskadi ni fuera de ella, que no se haya sumado al clamor de la inmensa mayoría de la sociedad vasca que viene pidiendo desde hace mucho tiempo, una y otra vez, el final de ETA». «Espero que ETA en esta ocasión asuma su absoluta soledad y anuncie su final definitivo», agregó.
López también sostuvo que «en nuestro país no ha habido dos bandos» sino que «hemos estado los demócratas con la firmeza de nuestras convicciones y la firmeza del Estado de Derecho, y una banda terrorista que ha querido imponer sus postulados totalitarios a todos los demás». «Por eso -incidió-, el conflicto vasco tiene un nombre, un nombre unido a las amenazas a la ciudadanía y a la violencia, y es ETA».
El lehendakari se remitió a lo expuesto hace unas semanas en el Parlamento de Gasteiz como hoja de ruta y, preguntado por el cuarto punto de la declaración -el referido al diálogo multipartito y a la consulta a la ciudadanía-, afirmó que «responde más» a las posiciones de los organizadores de la Conferencia que a los de la sociedad vasca.
Por último, solicitó a ETA el «cese definitivo de su actividad y cualesquiera prácticas de extorsión e intimidación, sin pensar en consecuencias futuras que pudiensen derivar en un encadenamiento de sucesos insospechados».
Ares, con Annan
Aunque el Gobierno de Lakua decidió no enviar a ningún representante al Palacio de Aiete, al anochecer trascendió que Rodolfo Ares mantuvo por la mañana un encuentro con Kofi Annan en la misma capital guipuzcoana. El consejero de Interior dio la bienvenida, en nombre del Gobierno de Lakua, tanto al ex secretario general de la ONU como a sus otros cinco compañeros, y le trasladó una copia del decálogo denominado «Bases para la unidad, la concordia y la convivencia» que presentó el lehendakari en la Cámara de Gasteiz el 29 de setiembre.
Aunque de una forma muy escueta, también se refirió a la declaración de Aiete el portavoz del Ejecutivo español, José Blanco. En un comunicado colgado en la web de La Moncloa, manifestó no querer entrar en valoraciones, dijo que su Gobierno «no ha formado parte de la organización [de la Conferencia] ni ha participado en su desarrollo» y reiteró que «lo que debe hacer la banda terrorista ETA es abandonar definitivamente la violencia sin más. Eso es lo que reclama la sociedad española y lo que el Gobierno quiere también trasladar a los ciudadanos».
Otro de los agentes que se autoexcluyó de la cita fue el PP, pero su presidente en la CAV, Antonio Basagoiti, convocó con urgencia una rueda de prensa en Bilbo para valorar lo acontecido en el Palacio de Aiete. En su opinión, el texto que salió del encuentro resulta «inaceptable para cualquier demócrata» porque, entre otras cosas, «equipara a víctimas con verdugos» y «a la banda terrorista con dos gobiernos democráticos».
«Lo podían haber escrito hace 20 años» porque «aquí no hay ninguna novedad, ponen por escrito las tradicionales tesis de la banda de la autodeterminación, el conflicto y las víctimas de las dos partes. Es más que darles parte de la razón a sus 50 años de terror», indicó el dirigente del PP.
Basagoiti auguró que a la declaración de ayer «le seguirá en los próximos días un comunicado de ETA» en el que dirá, «lógicamente, que le parece bien, porque son sus tesis» con «literatura y parafernalia internacional».
Los encargados de recibir a los seis líderes internacionales y a las distintas delegaciones de los organismos políticos y sindicales vascos fueron el alcalde de la ciudad, Juan Karlos Izagirre, y el diputado general de Gipuzkoa, Martin Garitano.
Este último, una vez en el interior del Palacio de Aiete, dio lectura a una declaración institucional en el que declaraba que «queremos construir una nueva Euskal Herria, moderna y plural, democrática y solidaria, que nada tenga que ver con el racismo y el etnicismo. Esa nueva Euskal Herria quiere garantizar su futuro en Europa, y por ello nos estamos esforzando».
«Reivindicamos el respeto a todos los derechos humanos porque creemos que todas las personas son iguales y, de la misma forma, pensamos que todos los pueblos son iguales», indicaba el texto del Gobierno foral, que sentenciaba que «la nuestra es una lucha por la igualdad; no reclamamos ningún privilegio, sino los mismos derechos que el resto, sobre todo el reconocimiento y el derecho a decidir de nuestro pueblo».
Garitano trasladó a los participantes en la Conferencia que la Diputación está convencida de que la ciudadanía vasca «sueña con una resolución basada en el diálogo y el acuerdo», y que su objetivo pasa por «garantizar un futuro en libertad y democracia para nuestro pueblo y para todos los vascos». «Y queremos lograrlo por medios democráticos», aseguró. M. J.