Los socialdemócratas franceses comenzaron ayer a preparar el camino para la que quieren que sea una máquina apisonadora anti-Sarkozy en las elecciones presidenciales de 2012, tras la victoria clara del moderado François Hollande en las primarias del Partido Socialista (PS).

El candidato socialdemócrata declaró que quiere «reencantar el sueño francés», aunque detrás de esa consigna propone una mezcla de medidas ambiciosas y prudentes para controlar el endeudamiento pero que, a su juicio, no debe cuestionar los compromisos presupuestarios europeos adoptados por el Estado francés.

Pero algunas de las medidas punteras de Hollande, a favor de la juventud o a favor de la educación, ha sido ya criticadas en el propio PS, al ser consideradas ineficaces o demasiado costosas, críticas repetidas por la derecha en el poder.

Entrevistado ayer durante el telediario nocturno de la cadena TF1, Hollande, reivindicó una «república ejemplar» frente a lo que calificó de «república irresponsable» de Sarkozy.

Aseguró que su prioridad como presidente, si llega a la Jefatura del Estado, será «la reducción de la deuda y la limitación del déficit» y declaró que no quiere convertirse en el «candidato del rechazo» de los franceses contra Sarkozy.

«Tengo que dar esperanza al país», aseguró Hollande, quien citó a la derrotada actual secretaria general, Martine Aubry, al afirmar que «confío en ella».

Aubry se puso ayer manos a la obra y llamó a la unidad, al «combate colectivo» de los socialdemócratas contra el presidente, Nicolas Sarkozy.

Los próximos a Hollande se apresuraron a desmentir que exista tensión en el seno del PS por la victoria del ex secretario general frente a su sucesora, aunque algunos de ellos mencionaron que lo primero que habrá que hacer es reequilibrar los órganos de dirección del partido, es decir, que el ganador coloque a su equipo en ella.

El candidato del PS, que será investido el 22 de octubre, dijo en TF1 que no tiene aspiraciones de convertirse en el líder de su partido e insistió en que como candidato a El Elíseo, sede de la Presidencia, su labor será «preparar la alternancia» en la Jefatura del Estado.

«Soy ecologista y socialista», afirmó al ser preguntado sobre sus intenciones de pactos con el movimiento de los Verdes, aunque no precisó acciones concretas hacia una cooperación con otras fuerzas de la izquierda para conseguir derrotar a Sarkozy en los comicios, que se celebrarán entre abril y mayo de 2012.

Pero además de lograr unidad interna si quiere conquistar El Elíseo, el PS deberá mostrar una flexibilidad y habilidad negociadora que le faciliten acuerdos con otras fuerzas políticas situadas a su izquierda, aunque no parece fácil con comunistas y ecologistas próximos al movimiento antiglobalización.

«La izquierda no puede tener éxito si no se enfrenta a los bancos», declaró al conocer la victoria de Hollande el portavoz del Partido Comunista, François Delapierre.