Las negociaciones entre los dueños de la NBA y el sindicato de jugadores llegaron a su fin tras tres días, sin que se alcanzase ningún acuerdo para la firma de un nuevo convenio colectivo.

Después de 30 horas de negociación con el mediador federal George Cohen, ninguna de las partes cambió su postura con relación a los asuntos clave del nuevo convenio: el reparto de los ingresos y el tope salarial.

La suspensión de las negociaciones implica que podría haber nuevas cancelaciones de partidos de liga regular a partir de la próxima semana, y poner en peligro el resto de la competición.

Graves consecuencias

Adam Silver, el vicecomisionado de la NBA, que representó a David Stern -ausente por gripe- en las negociaciones, admitió que este nuevo fracaso traerá «graves consecuencias».

«No fuimos capaces de acortar las diferencias que separaban a las dos partes», comentó.

Por su parte, el portavoz del sindicato de jugadores, Derek Fisher, reconoció que son conscientes de lo que supone seguir sin avances. «Esto no es algo sobre el orgullo de los jugadores. En juego está el futuro de muchas personas».

El presidente del comité de relaciones laborales de la NBA y duelo de los Spurs, Peter Holt, dijo que confiaba que podrían volver a la mesa negociadora, pero el día fue «muy duro».

La cancelación de los primeros 100 partidos de competición ya ha supuesto la pérdida de 170 millones de dólares en salarios para los jugadores.