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La resaca de la Europa League

El equipo de las dos partes

El aficionado se pregunta qué Athletic se verá en Valencia, si el de los primeros o el de los segundos.

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Joseba VIVANCO

«Al no presionar (el rival) con intensidad al dueño del balón, pero cerrar muy bien todas las puertas, ha propiciado mucho dominio del equipo (local) pero con dificultades para profundizar. Y quizás esto ha generado la sensación de ritmo lento». ¿Les suena? ¿Sí? Entonces es que vieron ustedes el martes el partido del Barça ante el Plzen checo. Describe así en su recomendable blog culé Martí Perarnau el ritmo de juego de los de Guardiola en su último partido de Champions. Una visión que se parece mucho a la que se vio en la primera parte en San Mamés el jueves por parte del Athletic, con la diferencia de que en los primeros es un accidente puntual y en los segundos un pecado a purgar en esa singladura necesitada de tiempo que es el nuevo estilo rojiblanco.

Las flojas primeras partes en cuanto a juego de los de Bielsa frente a Osasuna y ante el Salzburgo -donde salvó la primera gracias a su acierto y naufragó en la otra por el mismo acierto pero del rival- han sembrado la duda entre la afición rojiblanca, que esta semana salió de San Mamés o se fue a dormir tras ver el partido por la `tele' con un mal sabor de boca.

Incertidumbre pero no por la apuesta futbolística de Marcelo Bielsa y la capacidad de sus jugadores para plasmarla sobre el césped -aunque más de uno, esa noche, le travistiera de monja `clarisa' a puta en cinco minutos-, sino por ver qué Athletic será el que se mida al Valencia mañana, en lo que se antoja una verdadera piedra de toque para calibrar si este equipo está tan lejos de lo que el argentino quiere, como dijo tras la victoria ante el PSG, o más cerca, como valoró tras ganar a los navarros.

La falta de «chispa»

Los rojiblancos llegan a orillas del Turia para medirse a unos chés que purgan estos días su derrota en Champions y que, como los de Bielsa, juegan últimamente con dos caras: la del equipo que se impone con claridad a su rival y la que se ausenta del partido y lo paga caro. Esto último le está pasando en las segundas partes, al revés que al Athletic. Por eso, los leones deberán espabilar y plantarse en Mestalla como lo hicieron en Anoeta, si no quieren salir trasquilados a primeras de cambio.

Bielsa respondió de manera acertada tras el partido europeo que esa falta de `punch' inicial de los rojiblancos ante Osasuna y Salzburg no tiene que ver con un desgaste físico que se ha visto no es tal. Pero sí con ausencia de «chispa futbolística», dijo. El Athletic no es ni será el Barça. Cuando un equipo te espera atrás, como hicieron de salida rojillos y austríacos, hay que tener mucha paciencia, pero también criterio y precisión para ese penúltimo o último pase vertical que te plante ante el portero rival. Y ahí, a diferencia de los culés, el Athletic sigue sin estar todavía engrasado.

«El Athletic no tuvo ni velocidad de ejecución, ni precisión en el pase y la recepción. En cuanto a la paciencia, no sé, yo la denominaría empanada, que no es lo mismo», escribía ayer en su blog Juan Carlos Latxaga.

El Ajax que reinó en Europa en los años noventa contabilizaba más de una treintena de pases a su portero cada partido. A San Mamés, demasiado acostumbrado al juego directo, a la salida en tromba, al juego vertical, le cuesta digerir, como se comprobó el jueves por los silbidos y los gritos de desaprobación, tanto toque horizontal o tanta cesión hacia atrás, sin profundidad alguna.

Lo interpretó -como siempre acertado- Marcelo Bielsa en su rueda de prensa posterior, cuando asumió que «cuando uno tiene un dominio en el que no cuesta tener la pelota, que no es lo mismo que jugar bien ni atacar -como en la primera media hora, algo extensible al día de Osasuna-, cuando el rival te da pronto la pelota y no te exige, uno piensa que el gol ya va a llegar», pero no llega y, al revés, «el rival va creyendo que puede atreverse y así pasó».

Otro de los peros que tuvo el juego del equipo el jueves, ante unas líneas tan juntas atrás de los austríacos, fue no repetir la máxima que tan buenos réditos le dio en los tres goles ante Osasuna. «No debíamos terminar las jugadas por donde empezábamos los ataques, pero lo hicimos», asumió el error Bielsa.

Probablemente el Athletic deba aprender de estos dos últimos encuentros porque enfrente va a tener en adelante a todo un Valencia y cuatro días después al Atlético de Madrid, y ésos son de los que no suelen perdonar. No sólo son rivales directos en Liga, sino auténticas pruebas del algodón para saber el punto exacto de «crecimiento» -palabra que les gusta a los jugadores- de este equipo a esta incipiente altura de temporada.

Ante el Valencia, partido abierto

Incertidumbre entre la parroquia rojiblanca sobre estos próximos y exigentes exámenes, pero también aspectos para ser optimistas. Sentenciar con 3-0 un partido donde el equipo está espeso o igualar un resultado adverso de 0-2 sin crear excesivas y claras ocasiones de gol, eso, al Athletic, antes no le pasaba. Es esa pizca de fortuna o de poso futbolístico que acompaña al Madrid o al Barcelona cuando se suele repetir que son esos partidos, los trabados, los que hay que sacar adelante.

Lo que es evidente es que con este Athletic no hay que dar un partido por perdido. Eso no entra en la filosofía que a Bielsa le inculcaron de pibe. Como es un hecho que ante los de Emery se verá un encuentro distinto, abierto como le gusta al rosarino. «Nos enfrentamos a uno de los que va estar arriba, y nos va a servir para comprobar si esa mejoría de la que estamos haciendo alarde es verdadera», dijo ayer Javi Martínez. Veremos.

A vueltas con los penaltis

En la rueda de prensa posterior al partido del jueves, un periodista local le preguntó al entrenador del Salzburg por la actuación del árbitro en los dos penaltis señalados. Así es, ¡un periodista bilbaino! Y tanta ha sido la insistencia en distintos medios y comentaristas en enfatizar que ninguno de ellos lo fue y que el Athletic se vio favorecido por el colegiado, que ayer, hasta el propio Fernando Llorente tuvo que reconocer que en el segundo hubo empujón previo de Amorebieta y el primero a Herrera «igual es un poco dudoso, pero sí le roza». Tanta insistencia pareciera como si los rojiblancos fueran merecedores de alguna sanción de la FIFA, cuando, al fin y al cabo, como dijo Vujadin Boskov, «penalti es cuando el arbitro pita». ¿Alguien lo duda? J.V.

Las peñas del Valencia, muy críticas con Emery

«Nuestro total malestar por lo que entendemos como falta de implicación, coraje y, sobre todo, dignidad a la hora de defender la camiseta de nuestro equipo por parte del cuerpo técnico y plantilla», ha criticado la Agrupación de Peñas del Valencia, que dan «poco crédito» a Unai Emery.

Entre los que más disparan a gol en la Europa League

El Athletic es el octavo equipo de la Europa League que más dispara a puerta tras tres jornadas de competición -20 tiros-, con Muniain y Llorente como máximos artífices, y el cuarto con más disparos fuera -25-. Es también el séptimo que más faltas sufre, 9 sobre Muniain.

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