Morales veta cualquier carretera que atraviese la reserva natural del TIPNIS
Evo Morales autorizó ayer el proyecto de ley que establece la suspensión definitiva de la carretera que iba dividir en dos el TIPNIS y el veto a cualquier otra vía por esa reserva natural, al tiempo que declara la región como zona «intangible» de preservación ecológica para protegerla de asentamiento de grupos diferentes a las comunidades indígenas que viven allí. Continúa el diálogo sobre el resto de las demandas de los nativos.
GARA | LA PAZ
El presidente de Bolivia, Evo Morales, vetó ayer el proyecto de ley corta aprobado por la Asamblea Plurinacional y propuso una nueva redacción en la que se acepta el planteamiento de las comunidades indígenas del Territorio Indígena Parque Natural Isiboro Sécure (TIPNIS) de que el segundo tramo de la carretera que conectará los departamentos de Beni y Cochabamba, o cualquier otra, no atraviese esa reserva natural, e incorpora el concepto de «intangibilidad» para proteger el parque ecológico de los asentamientos de grupos sociales diferentes a los nativos que viven allí, lo que permitirá expulsar a cualquier persona que pretenda construir en el lugar.
El mandatario presentó su propuesta sobre el proyecto y precisó que con la medida adoptada los requerimientos de los nativos «están resueltos». «Usando mis facultades constitucionales, autorizo la aprobación urgente de esta ley», señaló Morales, que agregó que «esto se llama gobernar para el pueblo».
Según Efe, tras meses de insistir en la obra y rechazar la petición indígena, Morales hizo el anuncio por sorpresa en el Palacio de Gobierno cuando a sus puertas esperaban veinte dirigentes de las etnias de la Amazonía para dialogar sobre ésa y otras 15 demandas, y criticó que los indígenas rechazaran dos veces el jueves dialogar con él, al no conseguir acordar cómo y dónde se iba a llevar a cabo el diálogo.
Lo hicieron después de que el presidente anunciara su marcha atrás y ayer se reunieron a puerta cerrada en el Palacio de Gobierno para establecer, informó la Agencia Boliviana de Información (ABI), una agenda de trabajo con el fin de analizar los otros 15 puntos de la plataforma de demandas de los indígenas.
Diez intentos fallidos
No es la primera vez que el Gobierno intenta negociar una solución al conflicto. Diez comisiones ministeriales han inten- tado alcanzar sin éxito un acuerdo, antes de la intervención directa de Morales.
Los dirigentes indígenas concentrados en la plaza Murillo, sede del Ejecutivo, expresaron que ese anuncio no significa que el conflicto haya terminado, informó TeleSur, aunque, según ABI, el presidente del TIPNIS, Fernando Vargas, destacó la «amplia voluntad» de diálogo mostrada por Morales para atender sus peticiones.
Otras demandas aluden a operaciones petroleras, al derecho constitucional a ser consultados por obras que les afecten y a las garantías para los territorios indígenas. Pero para el Ejecutivo, según la agencia cubana Prensa Latina, la petición de la suspensión de todos los proyectos de carreteras en el país y de las labores de exploración y explotación de hidrocarburos en la zona de Aguarague, la más rica en reservas de gas natural y principal fuente de ingresos al Estado, son inviables.
Las autoridades bolivianas denunciaron hace unas semanas que detrás de la marcha indígena se esconden intereses políticos y vínculos con organizaciones no gubernamentales y la Embajada de EEUU en La Paz. Ayer mismo, el ministro de la Presidencia, Carlos Romero, denunció que la movilización de los marchistas del TIPNIS ha sido contaminada con elementos políticos que tensionan el diálogo, buscan el enfrentamiento y la desestabilización del Gobierno.
Los nativos del TIPNIS acusaron a Morales de promover la carretera para que los cocaleros de su bastión político del Chapare, vecino de la reserva, ampliaran sus cultivos de coca.
Evo Morales pidió a la Asamblea que apruebe de forma «urgente» la modificación de la ley, y agregó que «el tema TIPNIS está resuelto», aunque los indígenas recordaron que tienen otras 15 demandas.
Los marchistas del TIPNIS concentrados en la plaza Murillo de La Paz, sede del Palacio de Gobierno, se enfrentaron en la noche del jueves (madrugada de ayer en Euskal Herria) con la Policía que trataba de impedir la entrada de más indígenas en el lugar.
Medios locales informaron de que los agentes emplearon gases lacrimógenos contra los concentrados, que consiguieron, finalmente, mantener la acampada de protesta que mantienen desde su llegada a la capital el miércoles, después de 63 días de marcha desde la Amazonía.
El Gobierno negó que la Policía actuara contra los marchistas de la plaza Murillo y aseguró que sus efectivos sólo trataron de contener la entrada de más indígenas en la plaza. «Los policías no han gaseado, no han intervenido, no han perseguido a niños, simplemente han contenido a los grupos de choque», señaló el ministro boliviano de la Presidencia, Carlos Romero, quien agregó que «luego se escuchó `Villarroel, Villaroel', que quiere decir que estaban convocando al linchamiento del presidente, a colgarlo del cuello y arrastrarlo, como sucedió con Villarroel por grupos de la derecha oligárquica». GARA