Triunfo sobre el Olympiacos
Marko Banic, santo y seña vizcaino en su victorioso estreno
Los hombres de negro lideran el grupo A tras batir con cierta comodidad en un duelo que se rompió en el tercer período, con un parcial de 15-2. El ala-pívot de Zadar fue la estrella con 22 puntos y 7 rebotes.
BIZKAIA BILBAO BASKET 76
OLYMPIACOS 61
Arnaitz GORRITI
Nació y creció en Zadar, Croacia, pero nadie debe dudar que Marko Banic es producto de la factoría propia, alumno aventajado de Txus Vidorreta, un ala-pívot de enorme clase y al que tal vez le falten un par de centímetros o poder anotar de tres. O quizás no, porque entonces no estaría vestido de negro. Banic, pues, fue el líder, el santo y seña del Bizkaia Bilbao Basket, que no pagó ninguna novatada y pudo con todo un Olympiacos, que decepcionó, sobre todo un Spanoulis más efectista, sin Keselj y un Printezis que acabó eliminado en el tercer cuarto.
Tal y como se esperaba, y se temía Katsikaris, no fue la velocidad el elemento diferenciador del duelo. Fue un duelo trabado, con errores a tutiplén, sobre todo en los primeros minutos, donde, por sorpresa, no se impuso el Olympiacos, sino un Bilbao Basket que dio primero de la mano de Banic y Mumbrú. Sorprendió Ivkovic al no alinear de inicio a Spanoulis, y bien que se notó la ausencia del internacional heleno, sobre todo por una pésima puesta en escena de Papanikolau, que hizo tres faltas seguidas, y el escaso tino de Papadopoulos. Mientras Jackson entraba en calor, fue Gecevicius el único capaz de anotar.
Jackson, que se quejó de la espalda, entró en calor, más un par de triples, uno de ellos, de Mumbrú, sobre la bocina, dieron la primera renta: 18-11.
Le costó más a la segunda unidad seguir con la ventaja, pero al menos supo contener al Olympiacos, a pesar del daño que provocaba Hines, tanto por su velocidad como por su corpulencia, aunque no llegue a los dos metros.
Parcial de 15-2
El encuentro se decantó en el tercer cuarto. Olympiacos, con Spanoulis, Hines y Gecevicius en pista, se arrimó a un peligroso 41-39. Las cosas pintaban peliagudas, pero, casualmente, fue ése el momento del despegue bilbaino con un parcial de 15-2 a la postre decisivo.
Los de Katsikaris se pusieron 56-41 de la mano de un genial Banic, que entre lo que anotaba por sus medios y lo que rebañaba -asistencia de Mumbrú, otro de Jackson-, llegaba a los 22 puntos y levantaba en volandas a Miribilla. Compañeros como Fischer o el propio Jackson también le ayudaron, mientras que Mumbrú cumplió de sobra con repartir el juego.
Olympiacos apretó en el cuarto final hasta situarse a menos de 10 puntos, pero la defensa bilbaina se mantuvo siempre sólida -no se pueden quejar del arbitraje, desde luego-, para amarrar una cómoda victoria.
«Esto es un maratón», dijo Fotis Katsikaris en la rueda de prensa posterior al triunfo sobre Olympiacos. Un maratón que inicia de la mejor forma gracias a una defensa que calificó de «espectacular».
«Tuvimos mucha paciencia, cosa muy importante en Euroliga. El trabajo sobre Spanoulis y Papadopoulos en defensa colectiva -destacó a Fisher y Grimau- ha sido espectacular. Hemos tenido mucha capacidad de leer la debilidad defensiva del Olympiacos, un equipo que sufre bajo canasta a pesar de que tiene más experiencia que nosotros», quiso.
El héroe del partido, Marko Banic, también estaba exultante de alegría. «Este debut ha sido el soñado. No podía salir mejor. Creo que en la primera parte hemos notado los nervios por el debut en la Euroliga, pero la segunda ha sido otra cosa. Sabíamos cuáles eran sus puntos débiles y los hemos aprovechado a la perfección», dijo.
Quiero dar las felicidades al equipo y a la afición; Miribilla cuando se calienta es una fortaleza insuperable. Queremos participar más años en este torneo, no solamente uno», añadió. A. G.