El equipo revelación visita Iruñea
Duelo entre adversarios imbatidos
Los rojillos no han perdido todavía en El Sadar y el Levante tampoco lo ha hecho fuera, lo que presagia un partido con alternativas.
Natxo MATXIN I
Además de estar el liderato en juego, el choque entre Osasuna y Levante es una reválida para descubrir cuál de las dinámicas de ambas escuadras se impone. Los rojillos han hecho de su estadio un fortín, donde no han perdido todavía -dos triunfos y dos empates-, mientras que el Levante tampoco ha hincado la rodilla en sus desplazamientos, sumando tres victorias y dos igualadas hasta la fecha.
Sólo un empate -marcador que se dio la pasada campaña- mantendría la trayectoria de los dos conjuntos, pero seguramente que es un resultado que no contenta ni a unos ni a otros. Los rojillos necesitan refrendar el empate cosechado en Getafe y mirar hacia la zona templada de la tabla, mientras que sus invitados sólo piensan en seguir subidos una semana más en la ola de euforia en la que están instalados y, para ello, necesitan sumar de tres en tres, como los grandes equipos.
Osasuna deberá estar con los cinco sentidos ante un rival así de enrachado, al que además le acompaña la fortuna, tal y como se vio en su último compromiso frente a la Real. Cualquier error se pagará caro frente a unos jugadores que la están enchufando en la primera oportunidad de que disponen, por lo que mantener el orden y la tensión será una condición indispensable para salir airosos del envite.
Incógnitas en el flanco izquierdo
Volver a reincidir en los errores defensivos de anteriores jornadas supondrá en la práctica estar abocados al suicidio deportivo frente a un certero Levante. De cómo arregle Mendilibar el agujero que hasta ahora ha sido la banda izquierda rojilla dependerá en gran medida el éxito de la empresa osasunista. Un Valdo en gran estado de forma aprovechará cualquier resquicio para repetir alguna de las muchas asistencias que ha dado hasta el momento a sus compañeros, con las que han perforado la portería contraria.
Tras la drástica decisión que ya para el descanso adoptó el técnico vizcaino en el Alfonso Pérez, relevando el ala zurda titular, está por ver si dará una segunda oportunidad a la dupla Raitala-Cejudo u optará por el tándem que le sustituyó, formado por Damià y Calleja. En coherencia con lo visto en Getafe, ese flanco mejoró ligeramente durante la segunda parte, por lo que la segunda opción gozaría de más posibilidades, a priori.
No es Mendilibar el único que tiene dificultades para confeccionar el once. Su homólogo, Juan Ignacio Martínez, también tendrá que echar mano de hombres menos habituales, ya que no podrá contar con sus laterales titulares, lo que siempre es una ventaja a la hora de jugar a ensanchar el campo.
Asimismo, tampoco está muy claro cuál será la pareja de pivotes que saltará al césped de El Sadar. Dudas que se despejarán en la tempranera cita vespertina del estadio iruindarra.
Quizás añorando lo que a él le gustaría que fuese su equipo, José Luis Mendilibar alabó las cualidades del rival. «El Levante defiende muy bien y tiene muy claro a lo que juega», señaló.
«Juega distinto al Barcelona y Real Madrid, pero es como ellos en cuanto a que le bastan 3 ó 4 jugadores para irse hacia arriba y hacerlo muy bien. Ante el Villarreal lo hicieron perfecto, no se puede hacer mejor», insistió.
Pese a tantas virtudes, el técnico vizcaino se mostró confiado en que los suyos vayan «a intentar sacarle de ahí arriba» porque «después de tantos partidos ganados hay un porcentaje más alto de que pierda». N.M.