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El Alavés no pudo dar continuidad a la goleada del pasado domingo en Palencia. Responsabilidad de un Sestao River que no estuvo por la labor de hacer concesiones por aquello del debut de Granero ante su nueva afición y prefirió prolongar su buen momento. Es el cuarto empate consecutivo de la escuadra albiazul en Mendizorrotza.

Y eso que las cosas empezaron bien para ellos. Con dos delanteros sobre el terreno de juego, sello del nuevo técnico, el Alavés se adelantó a los cinco minutos de partido, por mediación de Geni. Llegaron los mejores minutos de los gasteiztarras, que pudieron incrementar su ventaja por medio de Azkorra, pero el ariete cruzó demasiado un remate de cabeza.

Tuvo, como sus compañeros, por qué lamentarse porque acto seguido llegaba el empate del River, con un fallo de Lázaro y jugada de Óscar Martín.

A partir de ese momento, el Alavés quiso dominar el balón, pero los verdinegros se lo impidieron, saliendo a la contra con mucha velocidad y peligro y llevándose todos los rebotes. Poco faltó para el 1-2 cuando, a la media hora, Denis enviaba al larguero un rechace defensivo. A partir de ahí, los de Sarriugarte se adelantaron sobre el terreno de juego, pasando a dominarlo completamente.

Más peligro visitante

Cambió la cosa en la reanudación, cuando el River salió muy encerrado en su parcela, dificultando el juego combinativo de su anfitrión. Éste nunca acabó de encontrar espacios, mientras los vizcainos, en sus estiradas al contragolpe, daban mucha sensación de peligro, hasta el punto que parecía estar más cerca la victoria visitante que la local. El River creaba inquietud en la floja defensa albiazul con cualquier balón en largo. Intentaron imitarle los de Granero, jugando igualmente en largo, pero el resultado fue similar. Mientras que los de casa no podían, daba la sensación de que los de Sestao se hubieran llevado los tres puntos de un feudo más que vulnerable con un poquito más de ambición.

Granero realizó muy pronto los cambios, e incluso sustituyó a un central en el descanso, pero la maniobra no dio resultado. Es más, su equipo cayó en un bajón físico que preocupó mucho a la afición. A los sestaotarras les vino bien para aproximarse al área, pero les faltó definición en los metros finales. Más lejos aún del triunfo estuvo su anfitrión que, en toda la segunda mitad, sólo dispuso de una ocasión clara cuando Indiano, con el tiempo prácticamente acabado, empaló un balón desde fuera del área que se fue fuera por escaos milímetros.

El Lemona sigue abajo

El Lemona no levanta cabeza. Ayer cayó en el derbi de Tajonar (3-1) ante un Promesas que se adelantó con goles de Mariano y Torres de penalti. Nada más comenzar el segundo tiempo, Cacicedo vio la roja por un penalti que transformó Ngako pero el Lemona no sólo no supo aprovechar su superioridad, sino que acabó encajando el tercero, de nuevo con un penalti ejecutado por Torres.

También se le sigue resistiendo el triunfo al Sanse, que ayer salvó un punto in extremis frente al Logroñés (2-2) en Zubieta. De Paula adelantó al conjunto rojiblanco en el minuto 20 y Etxabeguren empató poco antes del descanso. En la reanudación, De Paula repitió para anotar el 1-2, que pareció definitivo hasta que, en tiempo de descuento, Ros consiguió el empate definitivo con un penalti.