El sol no está del todo garantizado en Gernika, según las previsiones meteorológicas, al contrario que la asistencia de miles y miles de personas de toda condición y procedencia -algunos de la numerosa diáspora vasca- hasta la feria por antonomasia de las que se celebran al cabo del año en Bizkaia. El Último Lunes de Octubre tiene muchos adeptos dentro y fuera del herrialde y en esta ocasión, a consecuencia del puente festivo de Todos los Santos, se prevé una asistencia masiva a la villa foral.

Una de las principales recomendaciones efectuadas desde el Ayuntamiento -tal y como lo recuerda su concejal delegado de Ferias y Mercados, Iñaki Gorroño- es acudir en transporte público, aunque también se han habilitado aparcamientos en los accesos a la localidad para dar cabida a la gran cantidad de vehículos que se esperan. Bizkaibus y EuskoTren ofrecerán servicios especiales a lo largo de la jornada festiva, como viene siendo tradicional.

Hasta 277 puestos conformarán la feria, 58 menos que en la pasada edición cuando se incrementó el número de stands en 36. De nuevo, la calle Juan Kalzada será donde se ubiquen la mayoría de los expositores, con 78 puestos de verduras y hortalizas, conservas, miel y queso, mientras que otros 68 se emplazarán en Artekale, espacio dedicado principalmente a los productores de sidra y txakoli, así como al queso.

Hasta 77 puestos de queso

Este será un año más el producto con mayor representación en el Último Lunes de Octubre con 77 puestos, seguido de las verduras y hortalizas con 48. A continuación se sitúan los 33 puestos de artesanos, muchos de ellos en Pasalekua, y 24 de txakoli. Habrá asimismo 25 stands dedicados a pan y pastel vasco, que preferentemente ocuparán junto al queso Industria Kalea, con un total de 34 puestos.

La nónima de stands la completan los 12 de conservas y otros 6 de miel y 8 para actividades varias. En la calle Ocho de Enero se emplazarán una veintena de puestos de frutas y de flores mientras la maquinaria agrícola y aperos mantienen su espacio en San Juan. Al margen de esta feria extraordinaria no hay que olvidar el mercado tradicional que todos los años se anima con nuevos compradores y visitantes entre las vendedoras habituales y su clientela.

El inicio de la exposición será entorno a las 9.00 para cuando se espera la visita del jurado encargado de otorgar los premios del prestigioso concurso agrícola, que cuenta con el patrocinio de BBK. El comité evaluador lo conformarán técnicos contrastados del sector del agro vasco, encargado de analizar tanto los productos que se expongan como el propio diseño del stand. Año tras año no se suelen producir sorpresas y los premios que se otorgan suelen ir a parar a las mismas manos, dado la calidad de los productos con los que acudan al Último Lunes de Octubre, especialmente en ámbitos como hortalizas, verduras y frutas.

La calidad de los productos está garantizada, según la organización que corre a cargo del Consistorio gernikarra con el patrocinio de BBK, por los criterios para la selección. Además, los expositores del Último Lunes de Octubre deben estar inscritos en el registro foral de explotaciones o ser una denominación de origen.

La alubia es siempre uno de los productos estrella de la feria, aunque no hay edición en la que los compradores no se quejen de los precios y se convierta en tema de comentario a pie de calle y se traslade luego a los medios de comunicación. Y es que el Último Lunes de Octubre es algo más que una feria, habiéndose convertido hace ya décadas en un acto de masas, que se inicia a primera hora de la mañana y acaba de madrugada para los más jóvenes.

No hay crisis económica que acabe con esta cita, aunque cada vez los productores se quejan más de la bajada de las ventas.

Una subasta en ascenso

Al margen del jurado encargado de evaluar los productos que participan en el concurso general, hay uno particular que se encarga de la cata de quesos, el proyecto estrella con permiso de la alubia. Reputados profesionales de los fogones como son José Miguel Olazabalaga, del restaurante Haizian; Beñat Hormaetxea, del Jauregibarria; Javier García, del Boroa; Aitor Elizegi, de Gaminiz; Iñigo Ordorika, de Zallo; David García, del Támesis; Ricardo Pérez, de Yandiola; Daniel García, del Zortziko; Sergio Ortiz de Zarate, del Zarate; y Eneko Atxa, conforman el jurado encargado de otorgar el galardón en esta categoría, que tiene en la subasta su particular broche.

Uno de los actos estrella de la jornada cuenta como jefe de ceremonias al salsero José Antonio Bastegieta Marko, encargado de animar al respetable a pujar por el medio queso ganador del concurso. El dinero que se logra, de ahí los esfuerzos del de Kortezubi, va a parar a las arcas de la Residencia Kalzada.

Esta residencia que atiende a personas mayores y que es toda una institución en la villa foral consiguió gracias a la subasta 9.200 euros, de los que 7.700 los aportó Ángel Belo, del restaurante Taskas, por entonces en el barrio mungiarra de Billela y que ahora se ubica en el área de servicio junto al aeropuerto de Loiu, por medio queso elaborado por Aranburu Elkartea, de Idiazabal.

El «queso de platino» como lo bautizó Bastegieta se impuso al de Arantza Garaiburu, de Berastegi; y Ricardo Murias, de Muskiz. Ambos fueron también subastados y por el primero el asador Cannon, de Sollube, desembolsó 1.100 euros mientras que Unai Campo, del restaurante Porrue de Bilbo, pagó 400 por el tercer clasificado. Fue la primera ocasión en que se subastaron los tres quesos galardonados en el Último Lunes.

Habrá que ver si otro año se supera el récord en la subasta del queso, que es una meta difícil. Por el momento, el Último Lunes de Octubre aspira a alcanzar los 120.00 asistentes y si es posible superarlo. Para ello, tendrá a su favor el atractivo de la cita en sí y el puente festivo de Todos los Santos.