Según un diario de esta región, el Dauphiné Libéré, la gendarmería ha detenido a un grupo de españoles y rumanos a los que se les han intervenido 600 kilos de champiñones ya listos para ser transportados a España. La inoportuna avería de un camión impidió a los contrabandistas de los champis salirse con la suya. Según la autoridad, la penalización por «trabajo clandestino» no ha podido ser impuesta pues no ha podido ser legalmente establecido el nivel de subordinación entre españoles y rumanos. La montaña de champis ¡ay! ha sido destruida.

Aquí se suele designar al rumano como el malo de la película. Por lo que vemos, en Francia podrían ir emparejados en fechorías rumanos y españoles ¿quién era la mafia de quién? Y, quién sabe, en algún otro lugar quizás vayan los franceses, españoles y rumanos a efectuar tropelías en comandita. Ya ampliando el caso, ahí están Merkel, Sarkozy y un buen plantel de gente respetable elaborando planes comunitarios de label europeo para la gran recogida de champis, hongos, setas, rolex y lo que haga falta y esta vez sin gendarmes que pongan orden. ¡Agarrémonos, que vienen!