Tras la histórica declaración de ETA
López apela al consenso pero descalifica a los abertzales
«El único conflicto verdaderamente nuestro ha sido ETA, y ahora ya no tenemos conflicto». Así de tajante se expresó Patxi López ayer, cuando ni siquiera habían transcurrido 48 horas desde que concluyera en Lehendakaritza una ronda de contactos en la que la mayoría política y social le pidió que se implique en la resolución del conflicto. Calificó de «obsesiones particulares» reivindicaciones como el derecho a decidir o la superación del marco político.
Nerea GOTI |
Tras la ronda de contactos mantenida durante la semana en Lehendakaritza, durante la cual pudo comprobar que la mayoría política y sindical le exige que, desde su cargo institucional, se implique en la resolución del conflicto, Patxi López negó ayer la propia existencia de conflicto alguno en Euskal Herria más allá de la actividad armada de ETA y tildó las demandas de las formaciones abertzales de «obsesiones particulares», en medio de un discurso en el que apeló a la unidad, a la responsabilidad y a la «concordia entre vascos que nos caracteriza».
La intervención de López abrió la reunión extraordinaria del «Comité Nacional» del PSE convocado en Bilbo para «analizar la situación política actual» y que se centró en gran medida en reconocer la labor de cargos y militancia de su partido en la lucha contra ETA, sin plantear iniciativa alguna de acuerdo al «nuevo tiempo» abierto en las últimas semanas.
«Ha pasado apenas más de una semana y ya habéis visto cómo todos los nacionalistas están ya desempolvando sus obsesiones particulares» dijo ante sus correligionarios, a lo que añadió que «apelan a lo que ellos llaman el conflicto vasco para volver a poner encima de la mesa toda su batería de propuestas, derecho a decidir, superación del marco político, soberanía, autodeterminación».
Se refirió expresamente al PNV para criticar que haya puesto incluso una fecha límite, que atribuyó a «una especie de Plan Ibarretxe 2», e hizo una exposición de tres puntos en respuesta a las aspiraciones abertzales. «Nuestro conflicto, el único verdaderamente nuestro ha sido ETA», insistió, antes de decir que, «ahora que ya no tenemos ese conflicto en Euskadi», existen diferencias «que deben resolverse «mediante el consenso».
«No estamos dispuestos a admitir de ninguna manera, como pretenden los nacionalistas, que resolver lo que ellos llaman conflicto signifique que todos los demás tenemos que darles la razón, que todos los demás tenemos que acercarnos a sus posiciones, porque sólo así se quedarán satisfechos y sólo así se resolverá el problema», indicó en una segunda reflexión dirigida al independentismo vasco.
En tercer lugar, aseguró que «no vamos a permitir que sus pretensiones particulares vuelvan a dividir a Euskadi [en referencia a la CAV] en dos mitades irreconciliables».
López relacionó reiteradamente un posible acercamiento a las aspiraciones abertzales con la fractura de la sociedad y zanjó la invitación a dar pasos hacia la resolución del conflicto desde el Gobierno de Lakua con la posibilidad de «cometer errores de la mano de una precipitación mal entendida».
Cara a cara con Eguiguren
En el acto celebrado en Euskalduna Jauregia participaron, entre otros, el ministro español de Presidencia y candidato del PSOE por Araba, Ramón Jáuregui, algunos de los consejeros del Ejecutivo autonómico como Isabel Celaá, Gema Zabaleta o Rodolfo Ares, así como el presidente del PSE, Jesús Eguiguren. Precisamente, el encuentro cara a cara entre Eguiguren y López fue una de las imágenes más buscadas por los medios gráficos, que no tuvieron fácil lograr esa instantánea.
Eguiguren llegó segundos antes de que López iniciara su intervención y ocupó un asiento vacío junto a Ares, con quien apenas intercambió unas palabras, en contraste con la efusividad con la que se saludó con el coordinador de la Ejecutiva del PSE y alcalde de Portugalete, Mikel Torres.
Siguiendo con el discurso de Patxi López, en respuesta a las críticas a la falta de iniciativa política, se esforzó en subrayar la firmeza y la implicación de su Ejecutivo en la lucha contra ETA. «Hemos hecho, el Gobierno ha hecho todo lo que tenía que hacer», enfatizó, para recordar algunas de las medidas «incomprendidas», como la incursión de la Ertzaintza «en lugares vedados» para «recuperar espacios de libertad». «Al principio todo eran críticas, no fuéramos a molestar a la bicha», dijo.
Otro capítulo que no pasó por alto fue el del relato, porque «es fundamental instalar la verdad». «No podemos permitir que se intente pasar página como si no hubiera sucedido nada -manifestó-, porque esto supondría que todo nuestro sacrificio habrá sido en vano» .
El Gobierno de El Salvador divulgó el sábado un comunicado «en ocasión de congratularse por el anuncio de fin de lucha armada emitido el 20 de octubre por la organización vasca ETA», en el que añadía que «como país que logró superar sus conflictos por la vía pacífica», con la firma de los Acuerdos de Paz de 1992, «reitera su compromiso con el diálogo y la negociación como el mejor camino para el logro de la paz». El Salvador opina que el anuncio de ETA es «un importante logro para toda la sociedad española». GARA
El alcalde de Donostia, que ejerció de anfitrión en la Conferencia Internacional que se llevó a cabo en la ciudad el 17 de octubre, considera que la respuesta positiva de ETA a la Declaración de Aiete constituye un «gesto» que «va a facilitar muchas cosas», si bien recuerda que aún «hay más pasos que dar». Los firmantes de la Declaración llamaron a ETA a «hacer una declaración pública de cese definitivo de la actividad armada y solicitar diálogo con los gobiernos de España y Francia para tratar exclusivamente las consecuencias del conflicto», y se dirigieron a ambos gobiernos para reclamarles que, en ese caso, «acepten iniciar conversaciones para tratar exclusivamente las consecuencias del conflicto».
En una entrevista con la agencia Efe difundida ayer, Juan Karlos Izagirre explica que la labor del Ayuntamiento donostiarra, además de ceder espacios para este tipo de actos, consiste en «transmitir la idea de que entre diferentes se puede estar, que se puede empatizar con el otro, saber que todo el mundo ha podido sufrir más o menos, pero que hay que tirar para adelante». Precisamente, explica que el Ayuntamiento consideró adecuado ceder la Casa de la Paz -el Palacio de Aiete- al Grupo Internacional de Contacto de la misma manera que ha recibido y atendido peticiones de organizaciones vinculadas con víctimas de ETA, como la Fundación Gregorio Ordóñez -que ha solicitado celebrar un acto en el salón de plenos- o la Fundación Fernando Buesa.
Sostiene que en Euskal Herria existe un «conflicto político no resuelto» porque «no se reconoce al pueblo vasco su identidad y su derecho de autodeterminación», lo que provocó que en su día que «a alguien se le ocurriera recurrir a la lucha armada, que evidentemente es una decisión totalmente discutible» y que «genera un dolor que luego, para repararlo, va a ser muy costoso».
Alude al Acuerdo de Gernika para señalar que «todas las víctimas tienen que estar reconocidas», añadiendo que «hay que respetar los tiempos» hasta llegar a una situación final en la que, por ejemplo, él, como alcalde de Donostia, «pueda ir a cualquier homenaje de cualquier víctima acompañado de toda la clase política».
Asume que las consecuencias del conflicto son las personas muertas -«el máximo de consecuencia que puede tener cualquier conflicto armado»- y también «gente en la cárcel, torturados y partidos ilegalizados». Preguntado al respecto, puntualiza que «a posteriori no sé qué valoración haremos de si ha merecido la pena o no», pero insiste en que prefiere mirar hacia adelante y «estudiar qué salida tienen esas consecuencias del conflicto».
En relación al reconocimiento del dolor causado, opina que «ETA tiene que hacer su reflexión, y su reflexión ahora y la de dentro de unos meses o unos años no será la misma», y también que «esa reflexión sobre cómo han sido estos años la tiene que hacer mucha gente». GARA
El PP ha incluido en el programa con el que se presentará a las elecciones del 20N el compromiso de no negociar con ETA «ni por la presión de la violencia ni por el anuncio de su cese». En su resumen del programa hecho público ayer, que incluye sus 100 medidas fundamentales, el partido que lidera Mariano Rajoy señala que en caso de llegar a La Moncloa ese compromiso será «un principio básico de la política de seguridad del Estado», tal como recogió Europa Press.
Igualmente, en el texto se señala que el PP promoverá «el reconocimiento y la memoria de las víctimas» de ETA, por lo que apoyará todas aquellas iniciativas civiles en ese sentido.
La inclusión de este punto fue destacada ayer por las agencias de noticias y los medios digitales españoles, que lo calificaron de «añadido», comentando que no estaba previsto que el programa del PP hiciera una mención concreta a la declaración del cese definitivo de la luchar armada por parte de la organización vasca.
En ese sentido, fuentes consultadas por Europa Press comentaron que los dirigentes del PP P están convencidos de que el PSOE quiere «estirar» el impacto del anuncio de ETA con el fin de evitar que se hable de la crisis económico y también como único tanto que tienen para apuntarse de cara a las elecciones.
Las mismas fuentes explicaron que no hay una orden expresa en el PP de no hablar del tema, pero sí tienen asumido que es mejor que se hable «lo justo» y que sea para insistir en que con ETA no se negocia y que se seguirá aplicando la ley, la acción policial y la cooperación internacional. GARA
