Reiteradamente censurada, la obra del dramaturgo expresionista Frank Wedeking (1864-1918) narra el ascenso y caída de una niña maltratada y violada por su padre, que cae en las redes de un rico pedófilo. Víctima de las fantasías masculinas, Lulu se convierte en una mujer fatal que siembra la muerte a su alrededor, antes de sucumbir bajo el cuchillo de Jack el Destripador.

Lou Reed comenzó a componer la música y algunas canciones para una adaptación teatral de la ópera del mismo título, destinada a la versión dirigida por Robert Wilson. El resultado fue estrenado en primavera en el Berliner Ensemble y se podrá ver esta misma semana en el Théâtre de la Ville de París, en el Festival de Otoño. Además, editado por Vertigo/Universal, el álbum sale hoy a la venta.

A finales del 2009, con ocasión de los conciertos del 25 aniversario del Rock & Roll Hall of Fame, Lou Reed y la banda de heavy tocaran juntos «Sweet Jane» y «White Light / White Heat», dos clásicos de la Velvet Underground. El proyecto original consistía en que revisaran algunos «tesoros perdidos» de Lou Reed, pero justo antes del inicio de las sesiones, el músico llegó con su versión de «Lulu», muy alejada de la adaptación operística de Alban Berg.

«Llevaba un tiempo trabajando sobre ella. Intenté darle sentido con Laurie Anderson y fue casi imposible al principio. Tuvimos que averiguar quién era Lulu, cómo era su psicología. Teníamos que darle vida de foma sofisticada, utilizando el rock. Y el rock más potente es el de Metallica», explica Lou Reed. «Mi Lulu tenía una cabeza, pero necesitaba un cuerpo. Sumergí mi espíritu en Lulu y sus diferentes personajes y tratamos de ir más allá en el estudio. No siempre es Lulu quién canta, porque voy cambiando de personaje. No es un disco fácil, no es tampoco un disco para irse de marcha», avisa el neoyorquino.

Once minutos de tema

Como a Lou Reed le gusta señalar, su colaboración con Metallica era «evidente». Su voz, entre cantada y recitada, se mezcla con la de James Hetfield. Las guitarras pesadas y agresivas de Metallica recorren el disco, pero si el sello heavy-metal del grupo está presente, no define tampoco totalmente a «Lulu».

Los diez temas del álbum, algunos de las cuales se prolongan durante más de 19 minutos, a menudo tienen mucho que ver con la música experimental. En algunos, una simple guitarra acústica, unos violines o sólo unos cellos acompañan a la voz de Lou Reed cuando recita, en los pocos momentos relajantes que tiene este opresivo disco.

Porque el autor de «Berlin» y de «Metal Machine Music» ha optado por acercarse a la historia de «Lulu» de frente, evocando como en un delirio frenético la violencia, el sadomasoquismo, la frustración. «Cortaría mis piernas y mis pezones / pensando en Boris Karloff y Kinski», canta en las primeras notas del álbum. «No diría que se trate de un viaje al corazón de la oscuridad. Diría que es el corazón de la iluminación», dice Lou Reed.