A la quinta, y en una cancha tan difícil como es el Príncipe Felipe de Zaragoza, llegó la vencida. Y pocos hubieran apostado por esta victoria, cuando el CAI Zaragoza se adelantaba 47-35 mediado el segundo cuarto, después de que Bracey Wright se convirtiera en una pesadilla imparable para los de Sito Alonso.

No obstante, los donostiarras no se dejaron vencer por el desánimo y mostraron que quien pelea halla su recompensa. Gracias a una mejora sensible de Doblas y Betts, Lagun Aro GBC tuvo soporte interior tanto en defensa como en ataque. Además, a la habitual aportación de Panko o Vidal, se le sumó un Baron que, aparte de anotar varios triples, sumó una desconocida capacidad para jugar sin balón y encontrar la forma de anotar canastas de dos puntos, muy beneficiosas para su confianza y para el casillero de los suyos.

Otro de los artífices del primer triunfo liguero de Gipuzkoa Basket fue Raulzinho Neto. El base brasileño está creciendo a ojos vista, relegando a Salgado -que se mostró errático, superado por Cabezas, y que acabó por ganarse una técnica- al banquillo, dirigiendo y anotando.

Parcial de 4-17

Aunque Lagun Aro GBC se mantenía vivo en el marcador, caía por 65-60 mediado el último cuarto, después de que Wright y Hettsheimer anotaran tres tiros libres para el CAI Zaragoza.

Con unos Doblas y Panko inmensos bajo el aro -Hettsheimer se salió a lanzar varios triples-, Baron y Neto entraron en ignición merced a su agresividad y acierto. Neto dio el definitivo golpe de gracia con un «dos más uno» con canasta a aro pasado, cerrando un parcial de 4-17. Con 69-77 en el luminoso, bastó con acertar con los tiros libres para amarrar el partido.