Israel responde a la tregua palestina con otro ataque aéreo contra Gaza
Con la mediación de Egipto, diversos grupos palestinos acordaron mantener un alto el fuego e interrumpir el lanzamiento de cohetes sobre Israel como respuesta a los ataques del Ejército hebreo que han dejado una decena de muertos durante el fin de semana. Pero Israel está empeñado en mantener la tensión sobre Gaza, que inició con varios ataques aéreos el sábado, y ayer mató a otro militante palestino.
GARA |
Después de los ataques israelíes sobre Gaza y la respuesta de milicias palestinas que dejaron un balance de al menos nueve muertos el sábado, ayer parecía vivirse una aparente tregua, pero por otro ataque aéreo israelí sobre Gaza mató un militante del Frende Democrático de Liberación de Palestina (FDLP) e hirió de gravedad a otro.
El Ejército israelí afirmó que atacó «un comando terrorista que se disponía a lanzar cohetes contra Israel desde Rafa». Con estas ataque el número de palestinos muertos durante el fin de semana se elevó a diez.
Además, un civil israelí murió y dos fueron heridos de levedad a consecuencia de las heridas recibidas el sábado por la noche por los disparos de cohetes con los que las milicias palestinas respondieron a los ataques israelíes.
Estos choques son los más graves desde la tregua tácita que se vivía en Gaza desde finales de agosto.
Antes del último ataque israelí, los movimientos palestinos en la franja se habían comprometido a restablecer el alto el fuego a partir de las 6.00. La intervención de los servicios de información egipcios propició este compromiso. De hecho, desde las 7.00 ya no cayó ningún artefacto sobre localidades israelíes, según la policía.
Compromiso con la tregua
La Jihad islámica, que reivindicó la mayor parte de los últimos disparos, dijo estar «comprometida con la tregua». «Estamos vinculados a los esfuerzos egipcios, pero nos reservamos el derecho de responder a cualquier escalada en el futuro», explicó Daud Shahab, un portavoz del grupo, que subrayó que «la vuelta de la calma dependerá del comportamiento del ocupante sobre el terreno».
Pero Israel no está dispuesto a bajar la tensión. Más bien al contrario. Además del nuevo ataque, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, aseguró que «no hay cese el fuego. Prometo que la otra parte pagará un precio más caro que hasta ahora hasta que deje de disparar» .
El estallido de la violencia comenzó el sábado cuando un ataque aéreo israelí mató a cinco militantes de la Jihad islámica en un campo de Rafa. A este ataque sucedieron lanzamientos de cohetes por parte de las milicias palestinas, que fueron respondidos, a su vez, con nuevos raids aéreos mortales del Ejército israelí.
En total, más de una treintena de proyectiles fueron disparados entre el sábado y el domingo hacia Israel, según sus autoridades.
El coordinador especial de la ONU para Oriente Próximo, Robert Serry, advirtió contra la escalada de violencia e hizo un llamamiento expreso a la calma y al fin del baño de sangre».
La responsable de la diplomacia de la UE, Catherine Ashton, expresó su «inquietud» y condenó a «los que toman a los civiles como objetivos», pidiendo a todas las partes que respeten el alto el fuego negociado por Egipto. Se trata de la primera confrontación con muertos desde el acuerdo por el que Hamas liberó al soldado israelí Gilad Shalit a cambio de la liberación de 1.023 prisioneros palestinos. Aún restarían la liberación de más de medio millar. Los palestinos reclaman además el fin del bloqueo de Gaza por parte de Israel. Abou Ahmad, portavoz de las Brigadas de Al Quds, acusó a Israel de haber atacado Gaza deliberadamente para aumentar la tensión y no cumplir con sus compromisos.
El Gobierno de Hamas mantiene contactos con Egipto, Turquía y la ONU para intentar contener la crisis, según medios palestinos. La cadena de televisión Al Aqsa TV informó también de que el movimiento islamista está en contacto con los líderes de las milicias y facciones, especialmente con la Jihad Islámica, para tratar de evitar un deterioro de la situación.
El ministro de Justicia del Gobierno de Hamas en la Franja de Gaza, Muhammad Faraj Al Ghoul, condenó ayer el último ataque aéreo israelí sobre la Franja de Gaza y acusó a los líderes israelíes de «criminales de guerra». En una declaración recogida por la agencia de noticias palestina Maan, Al Ghoul aseguró que «se trata de un crimen que sólo acentuará la testarudez, la estabilidad y la resistencia del pueblo palestino».
El ministro de Justicia pidió a los países árabes y a la comunidad internacional que ejerzan presión sobre Israel para que ponga fin al violento tratamiento que sufren los palestinos. Asimismo, Al Ghoul pidió al Tribunal Penal Internacional que abra un proceso contra los líderes israelíes por sus violaciones del Derecho Internacional Humanitario.
Por su parte, la Liga Árabe pidió una investigación internacional de los bombardeos israelíes de este fin de semana sobre Gaza y que se castigue con la pena máxima a los culpables. En declaraciones a la prensa en El Cairo, el subsecretario general para Asuntos de los Palestinos de la organización panárabe, Mohamed Sabih, afirmó que con este ataque Israel pone en práctica «una política loca, llena de terrorismo y extremismo hacia los palestinos». Los israelíes «están repitiendo los mismos crímenes y siguen su registro negro lleno de muerte, violencia, racismo y opresión. Por ese motivo llamamos a investigar estos crímenes e imponer las penas máximas a los culpables», añadió. A juicio de Sabih, esos actos pretenden «frustrar cualquier intento de sacar al proceso de paz de la actual situación de estancamiento». GARA