Abel Barriola sumó su primer punto en la liguilla de semifinales del Cuatro y Medio tras derrotar a Xala en el Astelena de Eibar. El zaguero de Leitza, auténtica rara avis en una modalidad dominada por los delanteros, dejó clara su intención de repetir presencia en la gran final haciendo gala de un afán competitivo que ya quisieran para sí muchos deportistas.

El navarro, lejos de especular, entró al partido con la firme intención de acabar el tanto cuanto antes mejor. Con una agresividad que sorprendió a todos -empezando por un Xala que no se esperaba lo que le venía encima-, Barriola no se lo pensó dos veces a la hora de entrar de aire, tanto en ataque como en defensa, y su pleno acierto en el remate final le permitió abrir brecha en el marcador.

Fue un parcial que le dio seis tantos de ventaja (4-10 y 5-11) y en el que destacaron nada más y nada menos que cinco tantos con la dejada y dos más con el dos paredes. Abel parecía intocable en esos momentos y a Aitor Zubieta, botillero de Xala, no le quedaba más remedio que gastar dos descansos intentando capear el temporal.

Ya no entraban

Pero si hasta ese momento al de Leitza le había entrado todo -su estadística era de ocho aciertos y dos errores-, el panorama cambió por completo en los siguientes tantos. Xala comenzó a cogerle el compás al partido, y Barriola a acusar el lógico cansancio de quien intenta arrasar desde el primer pelotazo.

Se podría decir que Abel siguió haciendo el mismo buen juego, pero la atractiva estrategia de atacar siempre con agresividad se convierte en el camino a la perdición si el pelotazo final no entra en los límites de la cancha. Entre algunos aciertos de Xala y los abundantes errores de su rival, el luminoso se igualó (11-11 y 13-13) y la estadística de Barriola empeoró considerablemente -9 aciertos pero ya 6 errores-.

Consciente de lo que le estaba ocurriendo, y de que el partido se podía endurecer mucho, el zaguero decidió cambiar su estrategia para jugar los tantos decisivos de una forma más clásica, jugando a bote y evitando que Xala cogiera pelota cerca del frontis. De hecho, los últimos tantos del encuentro tuvieron un guión similar: buenos pelotazos de Barriola y pelotazos arriesgados de Xala que se marchaban fuera por sus ansias de pasar a dominar.

«Contra estos pelotaris de primer nivel es difícil ganar con el juego clásico, por eso he salido con la idea de jugar agresivo y entrando mucho de aire. Pero es verdad que he pasado por un mal momento y al final le he ganado jugando a bote», reconocía un Abel exultante tras sellar su triunfo por 22-15.

Xala, en cambio, se mostraba bastante triste por el hecho de perder por siete tantos, un diferencia importante en una liguilla corta. «Ha sido una pena. Tras un mal comienzo he logrado entrar en el partido, pero le he hecho demasiados regalos y él ha cogido confianza. La verdad es que no he acertado con el remate», admitía el de Lekuine.

Así pues, Barriola se enfrentará el próximo fin de semana a Martínez de Irujo, en un partido que valdrá prácticamente un pase para la final, mientras que Xala se las verá con Olaizola II en un enfrentamiento que dejará a uno de los dos casi fuera.