La tormenta de nieve «históricamente precoz», acampañada de temperaturas bajo cero y vientos de hasta 100 kilómetros por hora continuó durante la mañana de ayer en el este de Estados Unidos.

Una persona murió en el Estado de Connecticut a consecuencia de un accidente de tráfico debido al hielo sobre la carretera. Otra perdió la vida electrocutada al pisar cables caídos a tierra de una línea eléctrica en Massachusetts y una tercera falleció en Pensilvania, cuando cayó un árbol vencido por el peso de la nieve.

Sin electricidad

En algunas zonas de Pensilvania, Connecticut y Nueva Jersey se acumularon casi 30 centímetros de nieve y se registraron hasta siete centímetros en Manhatan, donde según los meteorólogos no se producían unas nevadas similares en un mes de octubre desde 1869 .

Cerca de dos millones de hogares aún amanecieron ayer sin electricidad, entre ellas 740.000 en Conecticut, 660.000 en Massachussets y casi medio millón en Nueva Jersey, donde se decretó el estado de emergencia. Según las compañías eléctricas y las autoridades locales, muchos de estos hogares, en especial en las áreas más aisladas, tardarán aún varios días en recuperar el fluido eléctrico.

El tráfico aéreo fue volviendo a la normalidad a lo largo de la jornada de ayer, después de que los aeropuertos de Nueva York y Philadelphia llegaran a registrar retrasos de varias horas y suspensiones de vuelos por la nevada. Los vuelos al aeropuerto internacional de Newark, en Nueva York, registraron una media de seis horas de retraso, según aviación civil. En el aeropuerto internacional John Fitzerald Kennedy los aviones llegaban con un retraso medio de cuatro horas.

Más tardó en recuperarse el tráfico ferroviario que, por la tarde, registraba aún retrasos, o incluso anulaciones, debidos a caídas de árboles en las vías y a problemas de señalización en esta densa red de la costa noreste de EEUU.

La nieve cubrió las tiendas de campaña del movimiento «Occupy Wall Street» colocadas en el parque Zuccotti, aunque los activistas permanecen en el campamento, a pesar de que el Gobierno neoyorquino confiscó los generadores eléctricos.