Triunfo y paliza en Miribilla
Válida sesión de terapia de rodillo
Salvo en el último cuarto, los hombres de negro humillaron a un pésimo UCAM Murcia. Hervelle y Mavroeidis tuvieron minutos para ir cogiendo ritmo.
Arnaitz GORRITI I
Después de varias derrotas seguidas ante el Barcelona y el Nancy, el Bizkaia Bilbao Basket necesitaba reencontrarse con una victoria y ciertas buenas sensaciones. Así pues, los hombres de negro se pusieron a la tarea desde el salto inicial y arrollaron a un UCAM Murcia francamente decepcionante que pudo haber recibido la paliza del siglo de haber seguido los locales apretando las tuercas, especialmente en un último cuarto simplemente de trámite.
Mordiendo en defensa e incisivos en ataque, los bilbainos se apresuraron en cerrar el grifo creativo de Franch y el anotador de Augustine y Kurz. Mientras, en ataque Jackson anotaba todo lo que tiraba, al igual que Banic, en unos primeros minutos de apabullante superioridad local.
El conjunto murciano ni estaba ni se le esperaba, mientras que Bilbao Basket buscaba por todos los medios no aflojar y mostrarle a su hinchada -que pese a la mala imagen de los últimos partidos volvió a llenar Miribilla- que no había motivo de alarma. Las rotaciones de los locales mantenían el mismo nivel que los titulares, sobre todo un Vasileiadis que anotó, dio unas pocas asistencias y además contagió de su entusiasmo a un graderío bastante relajado.
Pero lo mejor de esos primeros minutos de la «terapia de rodillo» no fue otra cosa sino la inclusión de pleno derecho de Mavroeidis y Hervelle en la rotación. Ambos debutaron en la Liga ACB Endesa 2011/12, y Katsikaris les dio un buen surtido de minutos para que fueran adquiriendo el ritmo competitivo; y a fe que éstos respondieron. Mavroeidis se hizo fuerte en el aspecto reboteador, mientras que Hervelle acertó en cada uno de sus cuatro tiros a canasta, incluyendo un triple. Para cuando llegó el tiempo de descanso, el partido estaba visto para sentencia: 53-27.
Relajación y maquillaje
Era de esperar que ni los hombres de negro fueran a mantener la misma tensión que en los 20 primeros minutos, ni que el UCAM Murcia se resignara a recibir una monumental paliza por las buenas. Así pues, el duelo se igualó bastante a partir del tercer cuarto. Ya en el último, el conjunto murciano, que llegó a ir perdiendo por 32 tantos, 65-33, se permitió incluso conjugar hasta cierto punto su desventaja. Sin embargo, la victoria vizcaina jamás corrió peligro.
No obstante, cabe achacar en el debe de Bilbao Basket los 20 balones perdidos, fruto del bajón de tensión progresivo según se avanzaba hacia el final. Asimismo, sea por vergüenza torera o por engordar números sin más, Kurz y Miso se dedicaron a una intensa sesión de «maquillaje» de estadísticas. Sobre todo el escolta español, que acabó como máximo valorado del encuentro -28- después de lograr 23 puntos, 4 asistencias y 3 recuperaciones.
Con el pescado vendido, se pudieron ver jugadas de bella factura, como el alley oop culminado por Fischer o un contragolpe acabado por Jackson después de una muy buena defensa sobre el rival. Acciones puntuales, en todo caso, que sirvieron para animar lo justo a un público que vio una sesión válida de los suyos de cara a afrontar choques de mayor compromiso.
Más que por la victoria, Fotis Katsikaris se mostró feliz por el trabajo de los suyos. Según el técnico, «la prioridad era recuperar la actitud y agresividad en defensa».
«El objetivo era reaccionar y recuperar las sensaciones. Aún es pronto y buscamos nuestra identidad: la defensa primero y hallar el rol de cada uno en ataque», recalcó.
Sobre el bajón final, Katsikaris recordó que «aún no estamos listos para jugar 40 minutos a esa velocidad e intensidad». A. G.