Nikos megrelis | PERIODISTA Y DIRECTOR DE CINE
«En ninguna guerra ha habido tantos periodistas muertos como en Irak»
Nikos Megrelis (Genova, 1957) es director de ERTWorld, la cadena satelital de la televisión pública de Grecia. Director de numerosos documentales sobre cuestiones políticas, presentó en Bilbo su trabajo «Shooting vs Shooting», que quiere ser un tributo a los periodistas que «mueren por la verdad».
Mirari ISASI |
Nikos Megrelis presentó en Bilbo, invitado por la Asociación de Periodistas Vascos, su trabajo «Shooting vs Shooting», que ha recibido varios premios. El documental, que destaca la labor de los periodistas que «trabajan en situación de riesgo y mueren por contar la verdad», muestra cómo los periodistas deben hacer bien su trabajo y su responsabilidad cuando no es así.
El ejemplo lo encontró en la guerra de Irak, provocada por la Administración Bush y sus aliados en base a argumentos que resultaron ser falsos y no fueron debidamente investigados, y sobre la que no se informó debidamente, a juicio de Megrelis.
Pero, además, denuncia la impunidad total de los crímenes de guerra cometidos por los soldados estadounidenses en Irak, como en el caso del cámara de Telecinco José Couso.
¿Por qué eligió Irak para su documental sobre la muerte de periodistas en el mundo cuando, según las estadísticas, México es el país más peligroso del mundo para ejercer la labor periodística y en Honduras las ejecuciones de periodistas se repiten desde el golpe de Estado el 28 de junio de 2009?
Es muy triste morir por la verdad, independientemente de cuál sea el lugar en el que mueran los periodistas. He querido hacer un tributo a todos los que luchan y mueren por la verdad, que trabajan en condiciones muy duras y arriesgan su vida. Escogí Irak primero porque es el país que registra el mayor número de periodistas y trabajadores de los medios de comunicación muertos durante una guerra, más de 350 de todas las nacionalidades, desde el final de la II Guerra Mundial. Pero, además, porque en Irak, ya antes del comienzo de la guerra funcionaban dos poderosas maquinarias, la militar y la de propaganda y hubo un gran conflicto entre ambas.
¿Ha supuesto la guerra de Irak un punto de inflexión respecto a otras para la labor periodística, en cuanto a la manipulación informativa, y para la impunidad de los crímenes de guerra?
En Irak, los periodistas no han sido lo suficientemente libres para informar de las atrocidades y los excesos cometidos por los estadounidenses, que han quedado en la impunidad. Y la impunidad de los crímenes de guerra debe ser la excepción.
Hay cosas que no hemos sabido, porque en la estrategia del Ejército estadounidense estaba llevar consigo periodistas para dirigir su información. Los periodistas eran libres para ensalzar el heroísmo de las tropas norteamericanas, pero no para informar de sus atrocidades y asesinatos, y tenían que haber informado sobre todo lo que sucedía allí sin los filtros de la propaganda. Desde los tiempos de Johnson y de Nixon los periodistas han sido considerados enemigos colaterales. En este caso, los estadounidenses estaban muy preparados para esta guerra tras las experiencias de la antigua Yugoslavia y la I Guerra del Golfo y su maquinaria propagandística ha sido muy fuerte. Se trabajó muy intensamente antes de que empezara el conflicto para que la opinión pública norteamericana aceptara la necesidad de esta guerra. Ésa ha sido la gran diferencia con conflictos anteriores.
Pero es importante destacar que era también una cuestión de seguridad, de proteger el estilo de vida y el modelo de sociedad occidental. E, independientemente de eso, los perio- distas deben contar la verdadera imagen de la guerra.
¿Qué opina de la guerra de Libia, donde no ya la propaganda parcial sino la mentira ha sido una constante?
Una de las conclusiones más importantes es que no hemos sabido exactamente qué ha ocurrido en Libia, porque los periodistas no podían moverse con libertad y seguridad durante la guerra. Ahora, poco a poco, estamos descubriendo qué ha pasado; por ejemplo, hemos conocido la destrucción total de la ciudad de Sirte.
Debido a la falta de información no hemos sabido de las atrocidades de unos y otros. Han llegado imágenes sacadas con teléfonos móviles que no han sido tomadas por periodistas profesionales, que son quienes deben dar una imagen real de lo que pasa, las dos versiones, y no una información interesada.
¿Será difícil volver a recuperar esa labor periodística objetiva?
Será muy difícil volver a los principios del periodismo objetivo y contrastado. Tenemos que poner de nuevo sobre la mesa un pequeño manual que hemos perdido, el código ético. Es muy importante tenerlo siempre presente.
«No hemos sabido qué ha pasado porque los periodistas no han podido moverse con libertad y seguridad durante la guerra. Ahora, poco a poco, estamos descubriendo qué ha ocurrido»
«Será muy difícil volver a los principios del periodismo objetivo y contrastado. Tenemos que poner de nuevo sobre la mesa un pequeño manual que hemos perdido, el código ético»