El Consejo de Administración de la Autoridad Portuaria de Pasaia aprobó ayer un nuevo informe de sostenibilidad ambiental (ISA) que insiste en que la construcción del puerto exterior es «la mejor opción para impulsar la actividad portuaria y económica y regenerar de forma integral la bahía».

El nuevo documento, que forma parte de los trámites administrativos previos a la construcción de la dársena exterior y que revisa el anterior ISA, redimensiona el proyecto.

El presidente de la Autoridad Portuaria de Pasaia, Lucio Hernando, destacó que el nuevo informe «subsana los flecos y debilidades del original», que recibió más de mil alegaciones y unas consideraciones preliminares muy críticas, incluso por parte del Ministerio español de Medio Ambiente en lo que se refiere a las afecciones sobre el entorno natural.

Según César Salvador, jefe de Planificación y Proyectos de la Autoridad Portuaria de Pasaia, se han introducido medidas correctoras, «por lo que no debería haber dificultades para conseguir la aprobación».

El sindicato LAB, en cambio, destacó que sigue sin haber justificación alguna para proceder a construir esta macroinfraestructura, según subrayó ayer en rueda de prensa antes de la sesión que celebró el Consejo de Administración de la Autoridad Portuaria.

«El futuro está en el puerto dentro de la bahía si se llevan a cabo las necesarias labores de renovación y se reorganizan las actividades», destacó LAB.

Jaizkibel Bizirik, plataforma que agrupa a 34 asociaciones, resaltó que la Autoridad Portuaria «se obstine en mantener su absurdo proyecto de puerto exterior, que es un atentado ecológico de gran magnitud».

«El diseño del nuevo puerto exterior es el mismo y lo que se ha intentado es tapar `las vías de agua'. Se han encargado informes a medida para responder a los temas puntuales que las administraciones habían alegado, sin haberse resuelto las grandes cuestiones y sin dar respuesta a las exigencias que el Ministerio de Medio Ambiente planteaba al inicio del procedimiento», puntualizó Jaizkibel Bizirik.