Cientos de miles de musulmanes llegaron ayer a Mina, cerca de La Meca, antes de establecerse hoy en el monte Arafat, uno de los momentos claves del peregrinaje anual de los musulmanes. Los peregrinos pasan la noche en una multitud de tiendas blancas instaladas en una planicie árida, antes de dirigirse al Monte Arafat,donde Mahoma pronunció su último sermón, y permanecerán allí hasta la puesta de sol. Luego volverán a Mina, donde pasarán tres días, marcados por el ritual de la lapidación de las estelas que, según su religión, representan a Satán. Finalmente, se dirigirán a la «Kaaba», donde darán siete vueltas alrededor para cumplir con el ritual.

Casi 2,5 millones de musulmanes se reunirán para el «hach», la mayor concentración humana del mundo. Además, se espera que lleguen hasta las ciudades cuna del Islam un número indefinido de personas que no portan la autorización que los responsables saudíes conceden a los fieles para que cumplan con uno de los llamados cinco pilares de la religión islámica.

Las fuerzss de seguridad y de protección civil han movilizado a casi 100.000 hombres para asegurar que la peregrinación se desarrolle sin problemas.