El Ejército israelí aborda dos barcos de la nueva Flotilla de la Libertad hacia Gaza
GARA |
Efectivos de la armada israelí fuertemente armados abordaron ayer a los barcos canadiense Tahrir e irlandés Saoirse cuando estos se dirigían al puerto de Gaza con el objetivo de romper y denunciar el bloqueo al que el Estado de Israel somete al millón y medio de habitantes de la Franja.
El abordaje de los navíos y la detención de sus 27 pasajeros se produjo en aguas internacionales a 35 millas náuticas de las costas de Gaza, según los representantes de la iniciativa. Los barcos fueron conducidos al puerto de Ashdod. Tras un primer contacto visual entre los barcos de la Flotilla de la Libertad rebautizada como Olas de Libertad (Freedom Waves)-, y el Ejército israelí, éste contactó por radio con el Tahrir, al que preguntó cuál era su destino final.
Los activistas respondieron: «La conciencia de la humanidad». Repetida de nuevo la pregunta, la respuesta fue: «Hacia una humanidad mejor». Al poco tiempo, el Ejército de Israel cortó las comunicaciones de ambos barcos con el exterior.
En el barco canadiense Tahrir viajan seis activistas, un capitán y cinco periodistas, con personas de Canadá, Marruecos, Palestina, Australia, Gran Bretaña o Estados Unidos, mientras que en el Saoirse se encuentran 15 activistas, todos ellos irlandeses. Los barcos partieron el miércoles desde Turquía, llevando a bordo material sanitario valorado en 30.000 dólares con destino a Gaza.
Preparación en secreto
La preparación de esta nueva expedición se ha llevado a cabo en el más absoluto secreto para evitar las interferencias gubernamentales o los sabotajes, como ocurrió con la Segunda Flotilla de la Libertad el pasado mes de julio, señalaron sus promotores.
De hecho, ambos buques formaban parte de esa expedición. Las autoridades griegas prohibieron zarpar al Tahrir y a otros diez barcos de la Segunda Flotilla, mientras que el Saoirse, atracado en Turquía, sufrió un sabotaje.
La Flotilla denunció que «el abordaje y posterior secuestro de sus pasajeros constituye una nueva violación de la legislación internacional por parte de Israel y un acto de piratería de acuerdo con el Derecho Público Internacional Marítimo, ya que se ha producido en aguas internacionales y en ningún momento los barcos entraron en aguas territoriales israelíes».
Por ello, exigieorn la inmediata puesta en libertad de los barcos y sus pasajeros y que se les permita viajar libremente hasta la Franja de Gaza.
También reclamaron a los gobiernos de los países de los activistas «que pongan en marcha todas las medidas a su alcance para garantizar los más elementales derechos de sus ciudadanos».