Kenia apunta a Eritrea en su guerra contra los islamistas somalíes
GARA |
El Gobierno de Kenia convocó al embajador de Eritrea y amenazó abiertamente al país fronterizo con Somalia, tras airear informaciones sobre suministros de armas a través de la frontera para la milicia islamista somalí de al-Shabaab.«Si éste fuese el caso, tenemos una serie de opciones, que no necesito explicar aquí, para hacer frente a la situación», amenazó el ministro de Exteriores keniata, Moses Wetangula.
Eritrea niega que haya enviado lotes de armas al feudo islamista somalí de Baidoa. Nairobi aseguró que espera la visita en persona del ministro de Exteriores eritreo para «aclarar la situación».
La ONU denunció en julio la supuesta financiación de Eritrea a al-Shabaab y vinculó al país con un complot para atentar contra la cumbre de la Unión Africana en Etiopía. El Gobierno eritreo tildó la acusación de «ridícula y absurda».
La ONU ha impuesto a Eritrea un embargo de armas, así como una prohibición para viajes y la congelación de activos de líderes políticos y militares como castigo a la violación del embargo fijado sobre Somalia.
Injerencias bendecidas
La ONU no dijo ninguna palabra por la invasión etíope de Somalia en 2006 -que frustró la victoria militar de los Tribunales Islámicos- ni lo ha hecho ahora contra la incursión de Kenia desde el mes pasado en territorio somalí en represalia a secuestros de extranjeros.
Los al-Shabab están armando a la población de la ciudad portuaria de Kismayo (sur), para defenderla frente a las tropas de Kenia, que luchan por conquistar el enclave cercano de Afmadow.
La población del sur de Somalia está aterrorizada por el sobrevuelo constante de aviones keniatas y los periódicos raids que matan a civiles. Los habitantes de la zona aseguran que la ofensiva del Ejército keniata no debilitará a la milicia islamista, lo que explicaría por qué Nairobi se revuelve ahora contra Eritrea.