Las FARC contestan a Santos que «la paz no nacerá de la desmovilización»
Tras la muerte del líder de las FARC, Alfoso Cano, y el llamamiento a entregar las armas del presidente, Juan Manuel Santos, la guerrilla dejó claro en un comunicado fechado el sábado que «la paz no nacerá de ninguna desmovilización, sino de la abolición definitiva de las causas por las que nació el alzamiento», y que «no será ésta la primera vez que los oprimidos y explotados de Colombia lloran a uno de sus grandes dirigentes y lo reemplacen con coraje».
GARA | BOGOTÁ
En respuesta al presidente colombiano, Juan Manuel Santos, que el viernes les dio a elegir entre la desmovilización o acabar «en una cárcel o en una tumba», las FARC reiteraron en un comunicado fechado el sábado en las montañas de Colombia que «la paz no nacerá de ninguna desmovilización guerrillera, sino de la abolición definitiva de las causas que dan nacimiento al alzamiento. Hay una política trazada y esa es la que se continuará». Remarcó que «no será ésta la primera vez que los oprimidos y explotados de Colombia lloran a uno de sus grandes dirigentes. Ni tampoco es la primera vez que lo reemplazarán con el coraje y la convicción absoluta en la victoria».
Afirmaron que «la única realidad que simboliza la caída en combate del camarada Alfonso Cano es la inmortal resistencia del pueblo colombiano, que prefiere morir antes que vivir de rodillas mendigando. La historia de las luchas de este pueblo está repleta de mártires, de mujeres y de hombres que jamás dieron su brazo a torcer en la búsqueda de la igualdad».
Desde un primer momento, el Gobierno colombiano presentó la muerte del líder guerrillero en un supuesto enfrentamiento con el Ejército como un paso hacia la paz y como uno de los golpes más importantes en la historia de las FARC.
En una declaración transmitida en directo en radio y televisión, Santos consideró que «las FARC, en su carrera absurda de violencia, que ya alcanza casi medio siglo, ha llegado a un punto de quiebre».
«Cano hubiera podido hacer la paz conmigo, pero perdió la oportunidad (...) décadas de violencia no consiguieron nada, no mejoraron nada, sólo significaron dolor y muerte, sólo ayudaron a perpetuar la pobreza y el atraso», agregó.
Se da la circunstancia de que, tras su investidura, Cano, partícipe en varias mesas de negociación con anteriores gobiernos, difundió un vídeo instando al nuevo Ejecutivo a abrir cauces de diálogo que permitieran la superación del conflicto.
Preguntado sobre un hipotético proceso de diálogo, Santos dijo que «la puerta no está cerrada con llave», aunque dejó claro que mantendrá la vía militar, como ya lo hizo en el pasado cuando siendo ministro de Defensa encabezó un bombardeo contra un campamento de las FARC en Ecuador en el que, entre otros, murió Raúl Reyes, miembro del Secretariado y responsable de las relaciones exteriores de la guerrilla.
Desde la base militar de Popayan, capital del departamento del Cauca -donde se desarrolló el «operativo Odiseo»-, insistió en que «la Fuerza Pública va a continuar. Lo que ellos quieren a toda costa es que desviemos el foco central de la estrategia, con actos terroristas que hemos visto en los últimos meses y eso, por supuesto, no va a suceder».
El gobernador del Cauca, James Guacheta, expresó el temor de las comunidades indígenas ante los bombardeos de la Fuerza Aeréa y los combates terrestres con las FARC. Denunció que hay casas dañadas y afirmó que algunas comunidades han decidido quedarse «hasta el final».
El Movimiento Colombianos y Colombianas por la Paz calificó la muerte de Cano como «un duro golpe a la paz y tranquilidad de la nación». En un comunicado leído por la activista Piedad Córdoba, expresó su «profunda preocupación por el destino del país». «El Gobierno nacional está demostrando que al priorizar la confrontación armada sobre la salida política mediante el diálogo, carece de una política verdadera de paz y que lo único que busca es mantener el privilegio y el lucro que se obtiene de la guerra», remarcó. Incidió en que la solución no vendrá a través de «una victoria pírrica militar» sino de un proceso de diálogo.
Córdoba advirtió que esta operación y los bombardeos que ayer continuaban en el departamento del Cauca ponen en riesgo tanto a las comunidades indígenas como a las personas que mantienen retenidas las FARC. «Lo ocurrido va a aplazar muchas de las decisiones que se venían trabajando. No sólo el Secretariado sino todos sus comandantes harán inventario y un debate interno. Ya habíamos tenido una comunicación, justo el día de ayer -por el viernes-, para comenzar a dar a conocer esa decisión. Ojalá podamos continuar, por ahora no será fácil», declaró al ser preguntada por futuras entregas. «Lo que pedimos es un esfuerzo muy grande para ser capaces de avanzar en la búsqueda de la paz. GARA