Escalada Apertura
«Bizcochito», dulce de la Fraucata
Nueva vía abierta sin expansivos, entre otros, por Unai Mendia y Albert Salvadó, con un largo de placa desplomada que rondará el 7c+.
Andoni ARABAOLAZA
Albert Salvadó siempre ha tenido muy buena vista a la hora de pillar buenas líneas para su apertura; tiene ese don. Son innumerables los nuevos recorridos que ha abierto en muchos rincones del Pirineo. El último en la Pared de la Fraucata (Ordesa). Una nueva línea abierta en libre, sin ningún expansivo, con mucha vidilla y un excepcional largo de placa desplomada que puede llegar al 7c+.
Justamente esos 25 metros de placa le han tenido muy obsesionado al pirineísta catalán. Una nueva propuesta que se encuentra entre «Azken Guda Dantza» y «Divina Comedia» y que lleva por nombre «Bizcochito». Una nueva obra que le ha costado lo suyo al propio Salvadó y a sus compañeros de apertura, entre otros, Unai Mendia, quien resolvía la incógnita de la placa abriendo en libre y sin clavar.
Y decimos que ha costado, ya que han necesitado de varios ataques entre el 2008 y el 2011. Y justamente el pasado día 15 de octubre, ya a finales de la temporada, nacía (o se terminaba) «Bizcochito». «Pensé que se combinaría libre y artificial, pero finalmente ha nacido un espléndido recorrido de libre salvaje. Una ruta que asusta y que, quizás, se convierta en vía de referencia para las nuevas generaciones», adelanta el catalán.
El aperturista añade que la línea ofrece roca de aceptable a buena, sobre todo en los tramos difíciles. Una escalada desplomada y con retirada complicada. No se han retirado los clavos puestos durante la apertura, y además se han añadido otros. Y piden que no se clave especialmente en la placa del sexto largo; es decir, el de la placa desplomada.
Ética de apertura
Sobre el estilo de apertura, los protagonistas han afirmado que su intención era la de no utilizar expansivos. El propio Mendia afirmaba a GARA que su intención era mantener ese espíritu: «Hay muchos aperturistas que cuando no pueden más tiran de expansivo. Esa no era mi idea. Ordesa da juego. Por ejemplo, el sexto largo, el de la placa desplomada, lo abrí en libre, sin un solo paso de artificial y sin un solo clavo en toda la placa».
Esa placa es la clave de la ascensión. Una tirada que exige, no solo escalar bien y con mucho nivel, sino también manejarse a las mil maravillas con la autoprotección. El propio Salvadó apaludía el empuje de Mendia en ese largo: «Atreverse con esa placa renunciando a clavar, siempre en libre, me parece que tiene un valor fuera de lo común. Solo quien escale ese largo podrá entrever la fuerza sicológica que empleó Unai».
Así pues, la gran obsesión por la placa ya ha sido resuelta, una placa que, como comenta el catalán, tiene un «ambientazo» comparable al headwall de la «Salathé». Ahora lo «único» que les ha quedado pendiente es el encadenamiento de la llave de la nueva propuesta. Mendia nos ha asegurado que ha estado cerca: «Ya le he dado un par o tres pegues y, aunque he andado cerca, no lo he podido encadenar. Si el tiempo se mantiene bueno, lo intentaré de nuevo. Ya cuando fui abriendo esa placa que desploma 10 metros en poco más de 25, pensé que rondaría ese grado. Luego dándole esos pegues me ha quedado claro que dicha tirada no baja del 7c+. Es un largo que exige escalar mucho».
«Bizcochito» es la última propuesta de esa pared de Ordesa. Ha sido abierta sin expansivos, entre otros, por Unai Mendia y Albert Salvadó.
La clave de la nueva vía es el sexto largo, una placa desplomada que Mendia abrió en libre y sin clavar. Rondará el 7c+.