ELECCIONES EN UN NUEVO TIEMPO
Turba y ciudadanía
Antonio ÁLVAREZ-SOLÍS Periodista
Turba.- Muchedumbre de gente confusa y desordenada. Ciudadanía.- Conjunto de los ciudadanos de un pueblo o nación (RAE).
Hablemos ahora de las próximas elecciones. La impresión que tengo en Madrid es que la gente va a votar sin haber hecho una verdadera reflexión en profundidad acerca de la situación en que se encuentra y del papel que los dos grandes partidos estatales han jugado en la aparición y en la gestión de la crisis. Un papel compartido. Los «populares» fomentaron la burbuja y los socialistas la desmesuraron. Se va a votar PP, o eso parece, porque la indignación ante cada circunstancia personal inclina al castigo del partido gobernante. No se trata de nada sólido. Las encuestas al respecto reproducen una contradicción tras otra. El partido más popular sigue siendo el socialista y el partido más recriminado es, precisamente, el socialista. La calle sigue conectándose con el poder mediante una relación de amor-odio que surge como la espuma y desaparece como un chaparrón. Son las turbas en la calle. España no parece buscar nunca un camino, sino proceder a una venganza.
Hablo ahora con los vascos. Respiro en todas estas conversaciones un afán de búsqueda de caminos, desde el deplorable de permanecer anclados en el mismo lugar al camino que trata de recuperar la soberanía para su nación, soberanía que resolvería no pocos problemas mediante el protagonismo de una ciudadanía concienciada. El problema estriba en que en Euskal Herria hay madurez ciudadana y en España, que es la que coloniza, existe un electorado que funciona turbulentamente ¿Qué resultado puede dar una situación de tal incoherencia entre turbas y ciudadanía? No acabo de verlo claro. De lo que estoy seguro es de que el futuro pertenece siempre a la ciudadanía.
La batalla del norte va a ser aún larga y arisca. Si los «populares» alcanzan el poder, como adelantan las sospechosas encuestas -por retorcidas y confusas- es posible que se haya de intensificar la lucha por la liberación de Euskal Herria. Y creo que se intensificará. Se trata de ciudadanos que buscan la libertad mediante un proceso democrático sereno y razonable. ¿Cuánto habrá que esperar a que fructifique la razón? El problema es ése. Pero Euskal Herria lleva siglos de razón a sus espaldas.