Con todo el agua que caía ayer, más que un partido, en Illunbe se vio una regata, y de las bonitas, decidida en la última empopada. Por un lado, la voluntad de Lagun Aro GBC, por el otro, la inacabable calidad de Valencia Basket. Por escasas «tostas», fue la «trainera» visitante la que se impuso, con De Colo -MVP de la jornada- y Caner-Medley como patrón y arponero.

Entre goteras, patinazos y resbalones, y hasta un apagón momentáneo, no fue un partido sencillo. El Donostia 2016 Arena, recogiendo el guante lanzado por Sito Alonso, se enervó como en pocas ocasiones, ante un Valencia Basket tan genial como vulnerable. Aún se veía a la gente entrar en el pabellón y el marcador ya reflejaba un 2-8 favorable a los taronja, gracias a dos triples de Rafa Martínez y un mate de Claver, que además le sacó la falta a Sergi Vidal.

Pero tan pronto como entraba en ignición el conjunto valenciano, se apagaba, dejando que Lagun Aro GBC se despabilara. Primero de la mano de un «supervitaminado» Vidal -da gusto verlo jugar con esa intensidad-; después Panko y por último, un Salgado que, además de jugar con el «yoyó», vio el camino claro a la cesta y para las asistencias para sus compañeros.

En el debe donostiarra, las faltas, fruto de un puntilloso arbitraje. Así las cosas, hasta Lander Lasa y Adeleke tuvieron minutos después de que Baron, Papamakarios, Doblas y Betts se cargaran con personales.

Después de acabar 19-18 el primer cuarto, De Colo comenzó su show. El combo guard galo volteó el resultado, logrando 14 puntos en el segundo cuarto -lograría otros tantos en la parte final-. Aun y todo, la pelea donostiarra -mención para la labor reboteadora de Adeleke- hacía que los de Sito Alonso llegaran vivos a la ciaboga: 39-41.

No basta la magia de Raulzinho

Lagun Aro GBC no le perdió la cara al duelo. Tras el receso, Raulzinho Neto volvió a cobrar protagonismo. En ataque anotó, y además asistió, mientras que en defensa fue un incordio para Rafa Martínez y Nando De Colo.

Pero mientras De Colo respiraba, Caner-Medley emergía con canastas marca de la casa. Panko aceptaba el reto y junto a Neto y Vidal llevaba el duelo a un 71-67 favorable a cinco minutos del final, después de anotar un triple en transición.

Y en éstas se enfangó el duelo tras la quinta falta de Doblas. Normal, con tanta agua. De Colo fue quien mejor se movió en ese terreno pantanoso, forzando varios tiros libres, y metiéndolos. Por contra, Vidal y Panko erraron desde los 4,70 metros y, en esa última empopada, Gipuzkoa Basket no pudo meter la proa.