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CRÓNICA | TEMPORAL EN TODA EUSKAL HERRIA

Evacuaciones y vías cortadas tras una fulminante crecida

El temporal de lluvia y viento que ha sacudido la costa de Euskal Herria durante el fin de semana se cebó ayer con la zona más oriental de Gipuzkoa. La rápida crecida de los ríos cortó carreteras y anegó bajeras y viviendas, sobre todo en Zizurkil, Hernani y Martutene.

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Ion SALGADO

El temporal avisó en Bilbo y golpeó en Donostialdea. Ayer la lluvia se dejó sentir con mucha fuerza en toda la zona este de Gipuzkoa, desde Zizurkil hasta Hondarribia. La crecida fulminante anegó las calles y las carreteras de localidades como Andoain, Usurbil, Astigarraga o Hernani, donde los agentes de la Brigada Móvil de la Ertzaintza se vieron obligados a evacuar a vecinos del barrio de Ergobia cuando el agua del rió Urumea superaba ya el metro de altura.

Lo mismo ocurrió en el barrio donostiarra de Martutene, donde se intervino para rescatar a un veintena de personas, la mayoría de ellas de edad avanzada y niños. Habían quedado atrapadas por la crecida del Urumea, que llegó a superar el primer piso de los inmuebles.

Según informó la agencia Europa Press, la mayor parte de los rescatados en Martutene tuvieron que ser asistidos por la DYA con síntomas de hipotermia y crisis de ansiedad. Tras ser evacuados, una parte de ellos fueron realojados en el Hogar del Jubilado del barrio, mientras que el resto se instaló en unos pisos habilitados por el Ayuntamiento de Donostia.

Además, la crecida del Urumea inundó la práctica totalidad del barrio donostiarra, anegó la ikastola Arantzazuko Ama, y dañó seriamente los caseríos de las inmediaciones, donde el nivel del agua alcanzó el metro de altura. Una situación que no se recordaba desde hacía años en la comarca de Donostialdea. Según vecinos de Martutene, había que remontarse a las dramáticas riadas de 1983.

Los problemas derivados del temporal se sucedieron de igual manera en la zona alta del río Oria, y en los afluentes del mismo. Un ejemplo de ello se vivió en el municipio de Zizurkil, donde las fuertes lluvias provocaron la crecida del río Asteasu, que cubrió las calles del barrio de El Barrena. Los vecinos, aislados por la crecida de las aguas, contemplaron desde sus ventanas cómo la corriente, que llegó hasta los portales, atrapaba todos los vehículos y arrastraba contenedores.

Una situación similar se dio en la zona de Andoain. En dicha localidad los principales problemas estuvieron originados por la crecida del río Leizaran. El afluente del río Oria se desbordó a media tarde, anegando las zonas más próximas a su cauce. La crecida del mismo provocó un incremento en el nivel del Oria, lo que obligó a cortar la circulación en las calles aledañas al río, e inundó los pabellones industriales de la Avenida Ama Kandida. Más hacia el este, el río Oiartzun mostró sus dientes a los residentes en el barrio de Lintzirin, que vieron cómo el agua cubría la carretera N-636.

Como medida de precaución, y teniendo en cuenta lo ocurrido en las localidades de su entorno, el Ayuntamiento de Astigarraga publicó a media tarde una nota en la que solicitaba a los habitantes del municipio que permanecieran en sus hogares ante el riesgo de inundaciones y que se abstuvieran de desplazarse salvo que la necesidad fuera urgente.

Por su parte, en Ipar Euskal Herria las autoridades labortanas optaron por mantener el nivel de alerta naranja ante el riesgo de inundaciones en las zonas costeras, donde el temporal ha dejado 100 litros por metro cuadrado durante el fin de semana. En lo referente a Zuberoa, la situación se fue complicando según avanzó la jornada, y los vecinos de las zonas colindantes al embalse de Santa Grazi vieron con temor cómo el agua amenazaba con superar la capacidad del pantano.

A su vez, los municipios de la zona norte de Nafarroa tuvieron que hacer frente al temporal, que dejó cortes de tráfico importantes en localidades situadas junto a la muga con Gipuzkoa, así como en el valle de Baztan, donde se produjo algún que otro corte de tráfico como consecuencia del temporal.

Del mismo modo, los habitantes de la zona oriental de Araba y los vecinos de la Sakana se vieron afectados por las fuertes lluvias, que obligaron a cerrar la carretera NA-24010.

N-1 y A-15, cortadas

Sin embargo, los principales problemas de circulación se dieron en la N-1 y en la A-15. Las carreteras que unen Donostia con Gasteiz e Iruñea estuvieron cerradas al tráfico por la acumulación de agua en la localidad de Lasarte-Oria y por un desprendimiento en el municipio de Berastegi, respectivamente.

Como solución a dichas incidencias, las autoridades de Lakua e Iruñea optaron por habilitar rutas alternativas a través de la autovía del Urumea y de la AP-1. Se espera que la situación se restablezca hoy.

En Bizkaia, los principales problemas se dieron en el término municipal de Ubide, en la frontera con Araba, donde el desbordamiento del río Urdene obligó a cerrar la N-240, que une Bilbo con Gasteiz a través del puerto de Barazar.

Asimismo, desde primera hora del día, dotaciones de la Ertzaintza y la Policía Foral se vieron obligadas a cortar el tráfico en más de una treintena de carreteras secundarias por la acumulación de agua y por los desprendimientos de tierra.

Pero no sólo las carreteras de Euskal Herria se vieron afectadas por el temporal. Las fuertes lluvias, que no cesaron durante toda la jornada, complicaron la circulación de los servicios ferroviarios de Gipuzkoa, y mantuvieron cortado el metro de Bilbo entre las localidades de Santurtzi y Portugalete.

En lo referente a EuskoTren, la empresa se vio obligada a interrumpir el servicio ferroviario entre Zumaia y Donostia por el desbordamiento del río Oria a su paso por Lasarte-Oria. Para paliar la situación, la sociedad pública de transportes estableció un transbordo en autobús a los usuarios entre Aia-Orio y la capital guipuzcoana.

Además, el servicio prestado por la misma empresa entre Elgoibar y Zumaia se cortó por la inundación del túnel de Sagarbide, debido a la fuerte caída de agua desde el monte, y por un desprendimiento de tierra registrado entre las localidades de Elgoibar y Mendaro.

Respuesta institucional

Para tratar de responder a estas incidencias, el Ejecutivo de Gasteiz decidió activar ayer la Fase II del Plan Especial de Riesgo de Inundaciones de la CAV. Según informó el Departamento de Interior, esta nueva fase obedece al aumento del nivel de inundación en amplias zonas de Gipuzkoa, y se establece de cara a reforzar las acciones que se están llevando a cabo para tratar de paliar los efectos del temporal de lluvia. Unas acciones en las que participan las organizaciones Cruz Roja y DYA.

Tras la activación de la Fase II, el Ejecutivo autonómico reunió en Donostia un Consejo Asesor, presidido por el viceconsejero de Interior, Raúl Fernández Arroiabe. En el mismo se sentaron el director de Atención de Emergencias y Meteorología de Lakua, Pedro Anitua; los representantes de la Diputación de Gipuzkoa, los alcaldes de los municipios más afectados, los responsables de emergencias de Osakidetza, los mandos de la Ertzaintza y un grupo de técnicos de la Agencia vasca del Agua, URA, entre otros.

Todo para evitar que la situación de los ríos se agrave durante las próximas horas, en las que se prevé que los problemas pueden volver a ubicarse más en la parte vizcaina que en la guipuzcoana.

 

 

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