Lo he escuchado de boca de un reconocido �experto�: los mercados esperan un cambio en el Gobierno espa�ol el domingo. Lo he comentado con un amigo que vende fruta en Mercabilbao, y �l no sabe nada. Me habl�, y mucho, de la fruta importada de China y de los pimientos del pa�s que vienen de Almer�a... pero de ese hilo tiraremos otro d�a. A lo que iba: queda claro que aquel experto no hablaba de esos mercados. Luego, he le�do en la prensa que Rajoy apuesta por la �democracia real� frente a la tiran�a de los mercados y los tecn�cratas. Ah� es cuando he terminado de liarme. Vamos a ver... �Qu� son los mercados? �Cu�ntos hay? �Son entes aut�nomos? �Tienen sede social, correo electr�nico? �Est�n controlados por personas o por un cerebro cibern�tico como HAL 9.000 en la pel�cula de Stanley Kubrick? Aqu� hay mucho tomate.

Ser�a pretencioso querer explicar en esta columna lo que los estudiantes de Econ�micas aprenden en cinco a�os, pero, b�sicamente, un mercado financiero no es muy diferente de Mercabilbao, s�lo que en vez de fruta o pescado, se compra y vende dinero. A partir de ah�, hasta el infinito. La vertiginosa evoluci�n de los sistemas de comunicaci�n ha dotado a ese mercado de una potencia global que reacciona de inmediato a las informaciones que influyen en sus decisiones, 24 horas al d�a, sin descanso, en cualquier punto de este peque�o mundo, controlando hasta el �ltimo c�ntimo o centavo, sustituyendo la econom�a real por la virtual, la de la especulaci�n y la usura. Y aunque existen instituciones cuyo hipot�tico objetivo es controlar el funcionamiento de esos mercados, en la pr�ctica no son sino un instrumento m�s a su servicio.

Pero hemos avanzado poco. La descripci�n del delito ayuda, pero no es definitiva a la hora de identificar a los delincuentes. El camino es otro. La �nica empresa que figura en la lista Forbes de las 20 compa��as m�s grandes del Mundo es el Banco Santander, el Mercabilbao de la pasta, pero en dimensi�n astron�mica. Su presidente, Emilio Bot�n -apellido revelador, donde los haya- es amigo de Zapatero y tambi�n de C�sar Alierta, el jefe de Urdangarin, yerno del rey. No s� si me explico.