La noticia del asesinato de Gadafi restó relevancia del anuncio de Barak Obama sobre el fin «exitoso» de la guerra de EEUU en Irak y la retirada de las tropas el 31 de diciembre del 2011. Ni una palabra sobre la carnicería desatada contra el pueblo iraquí durante tantos años, que (...) había dejado alrededor de 1.000.000 de iraquíes muertos; millones de mutilados, heridos, torturados, secuestrados, huérfanos, viudas forzadas a prostituirse, y el robo de sus recursos; ni de los 12 años de un bloqueo económico (...).

El presidente Obama afirma que se retiran cumpliendo su compromiso electoral, mientras el primer ministro iraquí, Maliki, se presenta como aquel patriota que resistió a la presión de la superpotencia y desvela que los americanos se van porque les denegó la inmunidad que exigían (...).

Sin embargo, los dos mandatarios faltan a la verdad. Obama, porque la fecha de la retirada fue acordada por Bush en 2008, y además él declara el fin de las operaciones bélicas, no de la ocupación. Matiz importante. En cuanto a Maliki, es sospechoso que prefiera aumentar la vulnerabilidad de su gobierno a renovar la inmunidad a sus valedores. ¿Será que está ofreciendo pretexto a Obama para una retirada parcial y provisional, ante las elecciones presidenciales del 2012? (...)

Con la reducción de las tropas, EEUU disminuye también el daño que recibirían sus hombres por la represalia iraní en caso de ser atacado. Luego, cuando Irak se hunda en el caos, con atentados o tensiones étnico-religiosas, volverán a petición de Bagdad, de forma legitimada.

No están gastando 5 mil millones de dólares cada mes (...) para marcharse ahora. Salen por la puerta y volverán por la ventana.